De gotas y vasos llenos
Decía el Fiscal General del Estado -señor Conde Pumpido- antes del arranque del fin de semana: “Si los líderes de Batasuna apoyasen de una manera manifiesta o notoria actos de ANV pues puede dar pie a una futura ilegalización”.
Pues resulta que ayer Pernando Barrena, portavoz de la ilegal Batasuna , no tuvo reparo alguno a la hora de pedir formalmente a todos sus militantes y simpatizantes que voten a Acción Nacionalista Vasca (ANV) en las próximas elecciones del 27 de mayo.
Si durante el penúltimo episodio –el de la incapacidad, o mera falta de voluntad, de nuestros máximos órganos judiciales para adoptar una postura más restrictiva que la señalada desde la fiscalía- los defensores de la línea gubernamental en esta cuestión ya nos pedían a los ciudadanos el improbable malabarismo intelectual de imaginarnos un partido ‘contaminado de ilegalidad sólo en un 40%’, ¿qué se nos pedirá ahora?
Parece que la palabra clave de la frase de Conde Pumpido era el ‘puede’; esa subrepticia introducción del condicional. Porque todo sugiere, en la dirección apuntada hoy en las páginas del diario El País, que se avecina un nuevo trágala teorizando sobre el ‘verdadero’ modo en que ha de ser interpretada la ley de partidos.
Según la información consignada, fuentes de la Fiscalía General precisan que la Ley de Partidos “persigue hechos delictivos, pero no derechos civiles de los ciudadanos. Otegi y los miembros de Batasuna no puede presentarse a las elecciones, pero mantienen íntegro su derecho ciudadano a votar a quien quieran y a proclamarlo”.
Señores ciudadanos, este vaso no tiene fondo. Sólo hay dos opciones. O aparcar la razón a la espera de tiempos mejores, o protestar enérgicamente alineándose con los pocos movimientos -como el representado por Ciudadanos- que mantienen vivo ese espíritu de oposición frontal al chantaje terrorista que el partido ahora en el gobierno nunca tendría que haber abandonado.
1 comentario:
Buen artículo.
Un saludo. Lolo.
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