sábado, 23 de junio de 2007

Legalidad y convivencia


No todo lo legal, es conveniente: aunque es obvio, hay que aclararlo. Jaume Matas ha renunciado a su escaño y abandona la política. Su partido ha obtenido, más o menos, tantos votos como los otros seis partidos (o más) que ahora formarán el Gobierno autonómo, el Consell Insular y el Ayuntamiento de Palma. Sin embargo, el PP, el partido de Matas, por un solo escaño no ha alcanzado la mayoría absoluta en cada una de estas tres instituciones y a consecuencia de los pactos entre los demás partidos no ha podido acceder a gobernarlas.
La decisión última para formar esta coalición anti-PP ha estado en manos de Unió Mallorquina, el partido de Maria Antonia Munar, que ha obtenido en las elecciones autonómicas sólo 28.000 votos, el 6,7% del total en la comunidad. La señora Munar se ha convertido en árbitro de la política de Baleares: en 1995 entregó sus escaños al PP, en 1999 a una coalición dirigida por el PSOE, en el 2003 otra vez al PP y ahora, previsiblemente hasta el 2001, otra vez a los mismos que en 1999. Durante 16 años ha decidido quien gobierna en Baleares.
¿Es todo ello legal y legítimo? Lo es. ¿Es acertado para que los ciudadanos tengan confianza en las instituciones y en el valor del voto? Tengo dudas. Situación parecida es la de Navarra, todavía sin resolver. Ahí el PSOE ha quedado en tercer lugar, con empate a escaños con Na Bai, una coalición nacionalista que va desde el PNV hasta Aralar, una interesante escisión de Batasuna que condena la violencia de ETA. Sin embargo, UPN, la marca del PP en Navarra, tiene 22 diputados mientras que PSOE y Na Bai tienen 24 cada uno, una diferencia más que notable. Ambos bloques tienen como aliados respectivos al CDN de Juan Cruz Allí y a IU: cada uno aporta dos diputados. Canarias también ofrece alguna semejanza pero con marcadas diferencias: aunque el PSOE ha triunfado por un amplio margen de escaños, gobernarán el PP y Coalición Canaria. Ahora bien, en este caso, son estos partidos ideológicamente semejantes y con larga tradición de colaboración política.
Nos encontramos, pues, con situaciones distintas pero con un denominador común: el gobierno que sale elegido no es el previsto por muchos de los electores al depositar el voto. Y ahí está el problema: la decepción de muchos ciudadanos al ver como este voto es utilizado para formar gobierno. Lo mismo ha sucedido en las dos últimas autonómicas catalanas en las que CiU fue el partido ganador en escaños y no se sabía a quién iría a parar el voto a ERC e, incluso en las más recientes, el voto al PSC. También hay semejanzas con el extraño comportamiento de Portabella al formar equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Barcelona.
Todo, sin duda, perfectamente legal y legítimo, pero…. Volvamos a los interrogantes antes planteados: ¿son convenientes estas incertidumbres para la salud de la democracia? A mi parecer, la respuesta correcta se resume en una sola palabra: depende. ¿Depende de qué? Depende de la naturaleza del pacto entre partidos. Veamos.
Si se trata de un pacto debido a las afinidades programáticas e ideológicas de los partidos que se coaligan, pacto que puede ser fácilmente comprendido por sus electores, la confianza en el valor del voto, en definitiva en la democracia, no se resiente. Ahora bien, si el pacto sólo parece ser debido a las ansias de poder de unos dirigentes y sus electores lo contemplan como una traición a las ideas por las cuales les han votado, su desconfianza se hace patente y, en las próximas elecciones, cambiarán de partido, votarán en blanco o se abstendrán.
¿A quién estás eligiendo cuando votas al partido de la señora Munar, al PP o al PSOE? ¿A quien estás eligiendo cuando votas en Baleares al PSOE, a este partido o bien a una extraña coalición llamada Bloc que incluye al PSM, a los Verds, a IU y a ERC? Si votas en Navarra al PSOE, ¿estás auspiciando un gobierno con IU, el PNV y EA? Me temo que muchos electores no entienden estás sorprendentes derivadas de su voto.
Francesc de Carreras

viernes, 22 de junio de 2007

La perversión de la política


Rosa Díez (publicado en El Mundo)

Pervertir (Del lat. pervertere).1. tr. Viciar con malas doctrinas o ejemplos las costumbres, la fe, el gusto, etc. 2. tr. Perturbar el orden o estado de las cosas.
Para explicar lo que está ocurriendo en España desde hace al menos tres años sirven las dos acepciones que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua aplica a la palabra pervertir. En España se está pervirtiendo la política desde el mismo momento en que se empezó a pervertir el lenguaje gubernamental, «para llamar a las cosas por los nombres que no son», en feliz y nunca suficientemente ponderada definición de Pilar Ruiz Albizu.

Todo empezó cuando se rompió el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo para derrotar a ETA, y al acuerdo para negociar las cesiones con ETA se le llamó Pacto para el final dialogado de la violencia. Luego llegaría la denominación del tinglado como proceso de paz, forma eufemística de llamar al proceso de reconocimiento a ETA como interlocutor político del Gobierno.

Al robo de armas en Francia se le calificó como «incidente aislado». A los terroristas desplegados y disparando tiros al aire en Aritxulegi -la primera vez que ETA toma territorio- se le llamó «payasada». Al zulo encontrado en Amorebieta, «proyecto de zulo». Al atentado terrorista de Barañáin, «enfrentamientos personales entre vecinos». A la aplicación de la ley de partidos, «Guantánamo electoral». A ceder al chantaje planteado por De Juana Chaos, «cumplir la ley». A retirar la acusación contra Otegi, «favorecer el proceso». A mantener en secreto las negociaciones con ETA tras el atentado de la T-4 de Barajas, «dar por roto el proceso». A permitir que ETA vuelva a las instituciones vascas, «cumplir rigurosamente la ley».

No soy capaz de hacer un relato exhaustivo; no terminaría a tiempo este artículo. Baste decir que la perversión del lenguaje ha tenido un objetivo: pervertir la realidad y, a partir de ahí, la política. Pervertirla en el sentido más amplio del término: viciar con malos ejemplos las costumbres, la fe, el gusto, etcétera, y perturbar el orden y el estado de las cosas. Ése ha sido el objetivo perseguido. Por el nivel de atonía con que reacciona la sociedad española, diría que lo han conseguido. Han decidido pervertirlo todo, hasta el extremo de cambiar nuestra propia Historia. Y ya que no pueden invisibilizar a las víctimas, han decidido invisibilizar a los verdugos. Por eso hoy los llaman izquierda abertzale -otra muestra de perversión del lenguaje-. El Gobierno y el PSOE no parecen tener otro objetivo que convertir a los monstruos en personas honorables; al fin y al cabo, hasta este Ejecutivo sabe que más pronto que tarde todos sabremos que están negociando con ellos; y han decidido convertirles en honorables para evitar que los ciudadanos perciban que su deshonor les ha contaminado definitivamente.

Nada de lo que se dice desde el Gobierno o desde los portavoces del PSOE se corresponde con la verdad. Las pruebas de la falsedad de sus afirmaciones suelen llegar en apenas unos días; primero, a través de los medios de comunicación no adscritos a la disciplina gubernamental; después desde El País.

Uno de los ejemplos más elocuentes de esto que afirmo fue la información publicada en el diario de Prisa en la que se contaban, con todo lujo de detalles, las negociaciones iniciadas en 2001 entre el Partido Socialista, el Gobierno, Batasuna y ETA. O sea, entre la rama política y gubernamental de la democracia española y de la banda fascista y totalitaria. Cada uno se sentaba con los suyos, con los más próximos al interés de su negociado. ABC y EL MUNDO llevaban muchos meses publicando la información. El Gobierno siempre lo desmintió, solemnemente. Hasta que lo publicó el diario oficial del PSOE y lo firmó el periodista de cabecera del presidente del Gobierno.

Ahora toca desmentir las informaciones aparecidas en Gara. Y sacan pecho acusándonos de dar crédito a lo que dice ETA a través de su diario oficial. Pues claro que hemos de creer a ETA; la banda es una organización criminal, no se presenta a elecciones; no tiene que mentir para proteger su honor y para garantizar su permanencia en el poder.

Claro que, para desmentir la información de Gara, la vicepresidenta del Gobierno ha dicho que «ETA no ha conseguido nunca ni uno solo de los objetivos. No lo ha logrado tras 40 años empleando la violencia y no lo va a conseguir. Eso es todo». Sus palabras añaden un nuevo elemento de preocupación: o el Gobierno cree que la sociedad española no es digna de respeto o cree que lo cedido hasta el momento presente no es nada. O ambas cosas a la vez.

Nunca en la historia de la democracia los terroristas habían conseguido de ningún Gobierno lo que han logrado -en tan poco tiempo, además- del de Zapatero. Nunca, ni siquiera cuando asesinaban cada semana, cuando estábamos en plena Transición hacia el proceso de consolidación de la democracia; nunca, ni siquiera cuando ETA atentaba a la vez que se producía ruido en los cuarteles. Siempre los gobiernos tuvieron más dignidad que miedo; más sentido de Estado que soberbia.

Nunca un Gobierno democrático había legitimado la negociación política con los terroristas. Nunca había aceptado hablar de política con ETA. Nunca se había accedido a la exigencia de ETA de formar dos mesas, una política para negociar el nuevo marco y otra entre el Gobierno y la banda. Nunca se llevó el refrendo de la interlocución a las instancias europeas. Nunca se mintió a la sociedad española para proteger las negociaciones, con falsedades que convirtieron al Gobierno en rehén y a la banda criminal en la dueña de la agenda; de la agenda y del calendario.

Ya nadie puede creer a este Gobierno y a esta dirección del PSOE, salvo que las palabras vengan acompañadas de los hechos. Dentro de unos días, lo que hoy cuenta Gara lo explicará -convenientemente ordenado por fechas y horas- El País. O se lo reconocerá Zapatero a Gabilondo. Aparecerá ante las cámaras presentándose como víctima; hablará de lo que hizo con gesto sombrío y quejumbroso; minimizará cada una de las cesiones al chantaje terrorista aplicando adjetivos diminutivos: hablaron de la mesa, pero por encima; se vieron, pero poco; hablaron de Navarra, pero apenas...

Ya nadie les puede creer si sus palabras no se corresponden con sus hechos; salvo aquéllos que funcionan por obediencia debida o por odio a los demás. Por supuesto, los demás somos nosotros, no son los terroristas. Los odiados somos los discrepantes, los de las filas de la izquierda y los de las filas del PP; los movimientos cívicos; las víctimas; los otros somos nosotros, los que representamos al pasado, los que nos empeñamos en mantener viva la voz y la palabra. Los que nos empeñamos en ser su hemeroteca. Y su conciencia.

Ya nadie les puede creer si cambian el discurso pero mantienen la política. Porque nos han venido engañando al menos desde hace tres años. Según El País, desde el año 2001, mientras enterrábamos compañeros. Nos han engañado mientras arriesgábamos nuestras vidas, mientras convivíamos con el miedo de nuestros hijos; nos han engañado porque asumíamos el riesgo y el dolor en su nombre; creíamos que ellos defenderían la libertad; pero se fueron a negociarla con ETA.

Han pervertido la política. Pero lo más dramático es que esto no ha acabado aún. El sábado se escribieron varios capítulos de nuevas entregas, de nuevas cesiones. ETA ha tomado posesión de las concejalías que el Gobierno de España le entregó. Las imágenes desmienten que en este país haya democracia. Pero el Ministerio Fiscal -o sea, Conde Pumpido- no parece haberlo percibido; y el ministro Bermejo tampoco. Y portavoces del PSOE calificaron las coacciones de «incidentes aislados». ¿Por qué no vendrán los de la Ejecutiva Federal a vivir a Ondarroa, o a Hernani? ¿Por que no matricularán aquí a sus hijos? Es insoportable que minimicen nuestra inseguridad, nuestro miedo y nuestra falta de libertad.

Nafarroa Bai, el socio preferido del PSOE y de Zapatero, ha dejado vacantes las concejalías que reclama ETA para no molestarla. Y Blanco dice que si se pacta con Nafarroa Bai no será para la anexión con el País Vasco. Y le llama a eso, a un pacto con la derecha independentista y nacionalista vasca, un «gobierno de centro izquierda». No lo entiendo; salvo que crea que por ser Aralar una escisión de una banda criminal es de izquierdas, de la «izquierda abertzale», esto que tanto les gusta decir para justificar sus devaneos con ellos. Los nacionalismos -lo saben hasta los niños chicos- son siempre de derechas. Y Aralar es antes que nada una organización nacionalista. Que además comparte los mismos objetivos de ETA. O quizá Blanco piense que es por su profundo sentido social por lo que Patxi Zabaleta tiene contratados en su despacho a Vicente Nazabal, uno de los asesinos, nunca arrepentido, de Salvador Ulayar y a Gonzalo Boye, que cumplió 10 años de cárcel por el secuestro de Revilla y que es hoy el abogado defensor del último comando Donosti.

Pues ni será un pacto de izquierdas ni existirá jamás garantía alguna de que no trabajen para la anexión con el País Vasco. En unos, días el periódico oficial publicará lo que otros ya han publicado, que Zapatero ofreció a ETA la creación de un órgano común para que no rompieran la tregua. Poco importa que no llegaran a un acuerdo. El paso ya está dado y la banda criminal parte desde esa posición.

Si alcanzan un acuerdo en Navarra, que vulnerará la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas, será un pacto para intentar apaciguar a la bestia; para seguir con el proceso en marcha. Hay que juzgar a los políticos por lo que hacen, no por lo que dicen. Y no les podemos creer cuando dicen defender una cosa y practican la contraria. ¿No dijo Puras, candidato del PSN, que él nunca sería presidente de Navarra si quedaba el tercero en las urnas? ¿Cómo vamos a creer ahora lo que digan los socialistas navarros? Han quedado los terceros y dicen -otro ejemplo de perversión del lenguaje- que los ciudadanos han votado contra UPN y por el cambio. Pues menos mal que han votado por el cambio; por eso UPN tiene más votos y más apoyo porcentual que hace cuatro años y el PSN ha pasado a ser el tercero. Ése es el cambio que han votado los navarros: Puras no hubiera ni siquiera pasado a la segunda vuelta en un sistema como el francés. Pero claro, no pueden permitir que la verdad les estropee un eslogan.

La degradación democrática no ha tocado fondo aún. Mañana habrá más noticias. Veremos más cosas que nos escandalizarán y nos humillarán como ciudadanos. Dentro de nada sabremos quién era cada uno de los que se sentaron en las mesas en las que se aceptó negociar sobre nuestra libertad. Quienes no nos dedicamos a calcular los réditos electorales de esa negociación siniestra sabemos bien que importa poco que no se alcanzara el acuerdo; ETA ya ha cobrado pieza. Y lo único cierto es que tras estos tres años de Gobierno de Zapatero hoy somos menos libres. Y que de nuestra falta de libertad existen culpables, aquéllos que han de ser objetivo de la acción de la Policía y de la justicia. Pero la responsabilidad política les corresponde al Gobierno y al Partido Socialista Obrero Español.

Rosa Díez González es diputada socialista en el Parlamento Europeo.

Publicado en El Mundo
21 junio 2007

jueves, 21 de junio de 2007

La izquierda y ETA


Se ha señalado, con acierto, la ausencia mediática de ETA en la conmemoración de las primeras elecciones de 1977 y en el recuerdo de lo que entonces amenazaba al incipiente régimen democrático. El olvido en sí es la mejor representación del espíritu de la época; los años oscuros en los que, con honrosísimas pero insignificantes excepciones, los muertos, que en ocasiones se contaban con cifras de tres dígitos en un solo año, eran enterrados por la puerta de atrás y a duras penas alcanzaban algún titular de portada. Noticias de prensa breves y ocultas, pero en las que se aprovechaba cuidadosamente el espacio para relatar con precisión de metrónomo algún avatar biográfico del asesinado que servía como remate del crimen: cosas del tipo “joven tradicionalista”; “tenía vínculos con la extrema derecha”; “era confidente de la Guardia Civil”….

El asunto, al margen de la indignación que suscita, es de interés por cuanto destruye en pedazos el tópico, periodístico y ciudadano, de que el terrorismo crece cuando alcanza notoriedad mediática. Ha escrito con lucidez Arcadi Espada que es precisamente en el monte, bajo la capucha, donde el prestigio del crimen gana enteros y puede sobrevivir.

Pero además, el recuerdo de los años de plomo evidencia la manga ancha con la que gran parte de la izquierda ha tratado al terrorismo nacionalista vasco. Algo que revela la perversa dialéctica con la que algunos empezaron a condenar los crímenes, que se realizaban-¡horror!- “contra trabajadores”. Idéntica a la que, aún hoy, identifica a los etarras con el franquismo y dice que es la banda terrorista el último lastre del régimen extinguido. Del franquismo, dicen, como queriendo extirpar de su seno el maligno tumor que, como todo lo maligno, sólo puede habitar extramuros de la beatería progre.

Julio Veiga

miércoles, 20 de junio de 2007

Movilidad


Hay muchas formas de servir a un ideal. Para que las ideas buenas acaben triunfando, es necesaria una cierta movilidad en quienes las defienden.

Movilidad intelectual: que cultiva la tolerancia, la transversalidad íntima, la bendita capacidad de dejarse convencer cuando se escuchan argumentos suficientes.

Movilidad política: que disipa las tentaciones de abarcar áreas de poder o de influencia; que excluye la necesidad psicológica de poseer determinado status; que limita el ensimismamiento propio del sillón de mando; que mata la perniciosa y españolísima noción del "o César o nada".

Y movilidad vital, que garantiza la continuidad de los proyectos con independencia de qué personas se sitúen en cada momento en la primera línea de la responsabilidad; que fomenta el respeto por las cambiantes circunstancias personales de cada colaborador. Con toda normalidad.

En una iniciativa tan necesaria y tan superior como Ciutadans -cuyo patrimonio intelectual y de decencia es inmenso- la movilidad es a veces un signo de vitalidad. Paradójicamente, el retranqueo alegre y normal de algunas personas hacia áreas de responsabilidad inferiores pone de manifiesto el cogollo mismo de nuestra diferencia con los demás partidos: buscamos -también personalmente- el éxito de un proyecto común en el que, como suele decir mi admirado David, "todos cabemos y juntos podemos": cada uno es solamente uno más. Siempre.

Movilidad. Normalidad. Vitalidad.

F. Sanz

Jose Tomás da la vuelta al ruedo en el congreso


Noticia completa publicada en elmundo.es

José Tomás se 'cuela' en el Congreso con un cruce de reproches entre PP e ICV

Las corridas de toros y el reciente triunfo de José Tomás en la Monumental de Barcelona se 'han colado' en el pleno del Congreso con un cruce de reproches entre el PP e Iniciativa per Catalunya (ICV) en medio de debates de temática muy distinta.

El festejo del domingo ya suscitó división de opiniones en la ciudad pues, si bien la plaza de toros se llenó como no ocurría en los últimos años (pese a que Barcelona se declaró 'antitaurina'), en los alrededores del coso se han concentrado manifestantes en contra de las corridas de toros y llamando "asesinos" a los toreros.

Ahora la división ha llegado al Congreso de los Diputados. Así, cuando se discutía una proposición de ley de reforma de la Ley de Haciendas Locales, el ponente del PP, Julio Padilla, ha querido aprovechar para expresar su satisfacción por el éxito de la Fiesta Nacional en Barcelona y la reaparición de José Tomás, un comentario acogido con aplausos por sus compañeros del Grupo Popular.

La respuesta ha llegado en el siguiente debate, relativo al reconocimiento de las asociaciones de protección de derechos humanos, y ha venido de la mano del diputado de ICV Joan Herrera, que encabeza la oposición parlamentaria a los toros y que tiene pensado plantear en la Cámara que las corridas de toros se consideren torturas a animales.

Herrera, del mismo partido que el conseller de Interior de la Generalitat, ha lamentado la mención a la tauromaquia lanzada por Padilla y ha señalado que "algunos parecen querer proponer el Nobel de la Paz para José Tomás"....

Noticia completa en elmundo.es

martes, 19 de junio de 2007

Un Presidente distinto


Las causas que llevaron a la implosión de la antigua república yugoslava son conocidas. Yugoslavia (“la tierra de los eslavos del sur”), concebida como Estado tras la Segunda Guerra Mundial, era un país en el que convivían siete colectividades bastante identificables: albaneses, croatas, eslovenos, macedonios, montenegrinos, musulmanes bosnios, y serbios.

Los croatas y los eslovenos son mayoritariamente católicos, los serbios son cristianos ortodoxos, al igual que los macedonios y los montenegrinos, en tanto que los bosnios son musulmanes y comparten esa fe con los albaneses de Kosovo y Macedonia, aunque no con los de Albania que son mayoritariamente no creyentes.

Este hecho está, de acuerdo con los expertos, en el origen de las divisiones y alianzas que se han tejido durante los últimos cinco siglos, desde que la derrota del reino serbio a mano de los turcos otomanos transformó los Balcanes en una fuente permanente de rebeliones y enfrentamientos. Durante ese período, las distintas colectividades nacionales encontraron en la religión el refugio para no perder su identidad y la fuerza para luchar por su existencia como nación.

Pero, en realidad, Yugoslavia feneció como estado al ser un país en el que, según los propios altos cargos de la administración: “hace años [en la década de los noventa] que ninguna institución federal funciona. El país no existe más que en teoría”.

De eso parece haberse dado cuenta Janez Drnovsek, el Jefe de Estado de Eslovenia. Drnovsek, un tecnócrata de 57 años, fue uno de los actores principales de las negociaciones que llevaron a la independencia de su país, en 1991.

El líder esloveno vive aislado en un monte, se encarga personalmente de las tareas del hogar y escribe a diario libros que se encuentran entre los más vendidos en su país. Ha superado un cáncer de riñón y, quien sabe si por ese motivo, ha sabido gestionar una incómoda cohabitación con su gran rival político, el Primer Ministro Janez Jansa.

Lo más relevante de su trayectoria política, sin embargo, es su empeño en asegurar un correcto funcionamiento de las instituciones de su país; trasladando así a la práctica, más que probablemente, lo que podríamos denominar como las ‘lecciones yugoslavas’.

Y es que la realidad, lo cotidiano, termina casi siempre por imponerse al mito; sea éste de la naturaleza que sea. Ojala sepamos tener esto muy presente durante los próximos años en España.

Jacobo Elosua

lunes, 18 de junio de 2007

Sube el recibo de la luz


Es la crónica de una subida anunciada y que todavía no he terminado. Frente a las declaraciones de la vicepresidenta de la Vega, el gobierno acaba de aprobar la segunda subida de este año del recibo de la luz que sube bastante más que la inflación prevista. A la semana escasa de las elecciones.

La subida es bastante mayor para los consumidores industriales que , de este modo, verán aumentar sus costes y, seguramente y así lo han dicho ya, perjudicada su ya deteriorada capacidad de competir en los mercados. Los consumidores ya han hecho oír su protesta, camino de vacas flacas cuando los tipos de interés hipotecarios siguen subiendo y las penurias para llegar a fin de mes de más de la mitad de las familias aumenta, algo que se va ya notando en el principal motor del crecimiento, el consumo privado.

Por supuestro que el ministro del ramo, Clos, ha manifestado que este alza de las tarifas nada tiene que ver con las multimillonarios cifras pagadas por la adquisición de Endesa en una OPA que muchos de sus actores principales y secundarios ( entre estos últimos, ese ministro) quieren olvidar. Ha invocado el déficit eléctrico acumulado y, como no, exigencias de las autoridades europeas.

Sin dejar de reconocer esto, está claro y así lo dijimos en pleno fragor de la locura alcista de la cotización de Endesa que ,dado que en economía no hay comidas gratis, alguien pagaría al final la juerga y ese alguien no sería otro que el consumidor, vía alza de tarifas aprobadas por el gobierno. Así ha sido y el gobierno ha acudido presuroso a auxiliar al vencedor, una empresa pública italiana ganadora en la realidad en esa curiosa alternativa “española”, como la calificó Clos.

Esto no es el final del proceso sino el principio de más subidas autorizadas de tarifas cada trimestre y el próximo año, liberalización de las mismas así como de los movimientos asociativos en un sector que siempre se ha caracterizado por su alto grado de oligopolio y de domino del mercado, como lo demuestran sus grandes beneficios y su capacidad de aplancamiento, a pesar del famoso déficit tarifario. A destacar que el sector sigue percibiendo millonarias cantidades a cuenta de unos curiosamente denominados “ costes de transición a la competencia” . ¿Qué competencia?

Todo esto, que se resume en la gran fuerza de un grupo de presión como son las eléctricas, no es nuevo en nuestro país donde siempre han sido uno de los, en otras épocas, denominados “poderes fácticos”. En una entrevista recientemente publicada con motivo de su fallecimiento, el entonces vicepresidente del gobierno Fuentes Quintana declaraba que, en su lucha para, en aquellos años, nacionalizar la red de alta tensión tuvo siempre enfrente al sector y su poderosa patronal y que los informes que recibía del ministerio de Industria llevaban el membrete de esa patronal, algo bien sabido. Hoy las cosas son, por supuesto, más sofisticadas pero la fuerza del sector ( del que desapareció la empresa pública con la privatización de la empresa más rentable de todas, Endesa), ya en gran parte en manos del nuevo gran poder , el del ladrillo, sigue siendo enorme. Repásense los nombres de quienes integran el mismo y de sus acreedores, también interesados en la rentabilidad asegurada de esas empresas. Efectivamente, todo debe cambiar para que todo siga igual.

Luis de Velasco

domingo, 17 de junio de 2007

Basta Ya! promueve una nueva formación politica que debe converger con Ciudadanos Partido de la Ciudadania


PLATAFORMA POR UN NUEVO PARTIDO POLÍTICO EN ESPAÑA
El pasado sábado 19 de mayo 45 personas se reunieron en San Sebastián para tratar sobre la necesidad y posibilidad de crear un nuevo partido político. La mayoría de los reunidos eran vascos, muchos de ellos con una larga experiencia en organizaciones políticas, sindicales y cívicas, en muchos casos procedentes del ámbito de la izquierda, pero también de tradición liberal y ciudadana. Decidieron poner en marcha un proyecto que interese a personas de un amplio espectro democrático, y de toda España.

Los presentes aprobaron formar una nueva plataforma que convoque y reúna a quienes consideran necesario formar un nuevo partido político, activo en toda España, que aporte nuevas propuestas políticas para los problemas considerados más acuciantes: lucha contra ETA; regeneración de la democracia; oposición al nacionalismo obligatorio; reforma de la Constitución para reforzar las libertades ciudadanas y la igualdad, con independencia del territorio de residencia, etcétera. Este partido, abierto a cualquier persona que apoye su programa y sus objetivos e ideas básicas, deberá tener un carácter inequívocamente nacional, y se unirá a Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía, nacido en Cataluña, si comparte los compromisos y las líneas maestras del proyecto.

Trabajamos en la creación y desarrollo de una plataforma que impulse la constitución de este partido. Queremos lanzar el debate en toda España con la idea de que el proyecto haya madurado lo suficiente a principios del próximo otoño, incorporando personas y grupos de toda España, sea para converger con “Ciudadanos” u otros grupos políticos análogos en un partido común -lo que vemos muy deseable- o, en su caso, fundar un nuevo partido político listo para presentarse a las elecciones generales del 2008 en la mayor parte de España.