Un lector francés de periódico leía una noticia según la cual una joven vasco francesa de Biarritz, -con dieciséis apellidos vascos, oiga- no pudo ser atendida en un hospital de Toulouse porque al trasladar su expediente médico resultó estar en vascuence. Nuestro "lecteur" se sonrió ante tal absurda inocentada, pensando en lo ingenioso del articulista.
Un joven alemán oía por la televisión la noticia de que el gobierno de Baviera había invertido cantidades ingentes de dinero (¡sus impuestos!) en montar, promocionar y arropar con manifestaciones multitudinarias una selección de fútbol de Baviera (¿?) que se enfrentaría oficialmente a la de Madasgacar, pero con la intención de enfrentarse un día a la alemana. Se rió de buena gana pensando en lo rebuscado que eran los periodistas a la hora de buscar inocentadas imposibles.
Un empresario japonés de la provincia de Niigata escuchaba por la radio que, a partir de enero, las empresas establecidas en la colindante provincia de Yamagata pagarían una menor tasa de impuesto de sociedades, rompiendo la unidad de mercado japonesa y la libre competencia, adquirida desde siglos. Soltó una fuerte carcajada ante lo tosco de la inocentada informativa y pensó: "menudo desastre para nuestra economía si tal absurdo sucediese".
Tony Blair y Gordon Brown, escoceses de la más pura cepa, eran víctimas de la inocentada de sus esposas en aquella reunión, cuando ellas entraron fingiendo gran alarma para anunciarles que su partido, el laborista, había decidido coaligarse con los separatistas escoceses para gobernar. Se sonrieron y comentaron: "Para sorprendernos, tendríais que encontrar un bulo más creíble, más factible".
Un agricultor de Oregón- de la multiétnica, multirracial y multicultural nación U.S.A- oía de su radio local que el Gobernador de Florida había decidido implantar una ley de inmersión en Castellano, para favorecer a los abundantísimos hispano-parlantes del Estado y para recuperar las raíces hispanas de Florida que son un hecho diferencial víctima de horrible persecución. En tres años los floridanos deberían escolarizarse sólo en español, ya que el inglés era sólo una imposición que se había convertido en lengua nacional únicamente los últimos 250 años. El agricultor se rió tanto de la ocurrencia disparatada del locutor que peligró su bazo.
Un bisnieto del heroico mariscal Foch, persona legendaria de Francia en la guerra del 14 y catalán hasta las cachas, era informado por un amigote guasón que tenía que abonar una multa de respeto porque en su tienda turística de Perpiñán rezaba "Antiquaires" y no " Antiquari" . La multa era, sobre todo, porque no se había enterado de que el Rosellón era una nación. El bisnieto Foch, entre risas, le dio un cachete por su imaginación calenturienta a la hora de contar inocentadas.
Un cervecero alemán veía como un locutor muy serio de la televisión narraba como un compatriota, ahíto de chucrut y con alarmante estado de crisis alcohólico-metabólica, había tenido que esperar en la frontera de un lander con otro, dentro de su ambulancia, para pasar a otro que le llevase al hospital de Dusseldorf, porque la ambulancia primera, de otro lander, no tenía "jurisdicción" y no podía pasar al lander de Dusseldorf. Se veía un montaje con el enfermo retorciéndose de penita esperando la nueva ambulancia. Entre risotadas, nuestro cervecero no se explicó cómo podía permanecer tan serio el locutor soltando semejante disparate inimaginable.
El nieto de Kawabata, coyunturalmente en paro por esa fecha, soportaba la broma de su primo que le recomendaba empadronarse subrepticiamente en la región de Hokaido, donde los parados japoneses tenían un tratamiento fiscal distinto y mejor que en el resto del Japón al poder ahorrarse la declaración de la totalidad de la indemnización por despido y no sólo el equivalente a doce mensualidades. Chihiro, el nieto, se sonrió a pesar de su situación, por la gracieta de su amigo, capaz de inventar las cosas más extravagantes.
El pariente lejano del mariscal Montgomery, por cierto, norirlandés, al ojear su revista satírica favorita leía que, a partir de ahora, las célebres unidades escocesas del ejército británico sólo podrían recibir órdenes en su lengua gaélica, idioma que estarían obligados a usar. Este hecho habría provocado grave caos en Afganistán, lo que habría obligado a la retirada de las tropas. Muerto de la risa pensaba hasta dónde podía llegar la imaginación delirante de los humoristas.
Hillary Clinton observaba en un programa cómico de televisión local a un supuesto juez indicar que el Presidente había decidido reabrir los dossiers de la guerra civil americana para rehabilitar a los sureños (él era de Tejas), condenar las atrocidades (que fueron espantosas y muchas) de la represión post-guerra, anular leyes de Roosevelt cuya actitud y actuación serían juzgadas, como las de Lincoln, y dar dineros a espuertas a organizaciones sureñas. Todo vendría en una Ley :"Historical Memory act". Hillary se desternilló. "El amigo Bush es incompetente", dijo, "pero a tanto es imposible que llegue nunca."
Un CIUDADANO español leyó todas esas ocurrencias, miró a sus hijos, niños y adolescentes, -el futuro inmediato, pensó- e, incomprensiblemente, no le hicieron ninguna gracia.
Entonces arrancó la última hoja del calendario de 1935 o de 1978 o de 2007 y se acordó que el año que empezaba había elecciones, y en 2008 con un partido nuevo: Ciudadanos.
"P.S." En todas las democracias citadas, dicen que hubo algún líder separatista que incumplió la Ley que regulaba la exhibición preferente y obligada de la bandera nacional en los edificios públicos. Todos fueron puestos a disposición de la justicia. Curiosamente, en todas esas democracias, al Gobierno le parecía fundamental el exigir el cumplimiento exacto de las leyes por parte de todos por igual.
Enrique Calvet