Tráfico: no bastan las sanciones
EL PSOE y otros grupos parlamentarios -con la notable excepción de PP, IU y PNV- promueven en el Congreso de los Diputados la tramitación de una proposición de ley para la reforma del Código Penal relativa a los delitos contra la seguridad vial. Si se aprueba en sus términos actuales, podrá suponer en muchos casos la pena de prisión para los conductores que superen los 110 kilómetros por hora en ciudad y los 200 en autovía, así como para quienes circulen con una tasa de alcohol en la sangre de 1,2 gramos por litro o sin carné por haber perdido los puntos. Mientras la DGT anuncia su satisfacción ante estas nuevas sanciones, las asociaciones del sector muestran serias reticencias. Lo cierto es que, cumplido un año desde la puesta en marcha del carné por puntos, la nueva ley supone un reconocimiento paladino de la insuficiencia de una medida que fue anunciada como el remedio de todos los males. Según las estadísticas han muerto en lo que va de año 1.178 personas en accidentes de tráfico. Es una cifra inferior en 165 víctimas a la del año anterior, pero la realidad sigue siendo dramática. El carné por puntos fue un paso en la buena dirección, aunque algunos conductores han aprendido ya la picaresca que les permite eludir la aplicación de la ley y las sanciones ofrecen cierta impresión de irregularidad que impiden la legitimación social de las mismas. Muchos ciudadanos piensan que Tráfico actúa con una finalidad recaudatoria y que nadie se ocupa del estado de las carreteras que, sobre todo en la red secundaria, no están a la altura de lo exigible en un país desarrollado, a causa de los tramos sin visibilidad, las curvas mal trazadas o una señalización deficiente.