sábado, 2 de junio de 2007

Ya 'semos' un partido



Uf. Menos mal. Ya estaba yo inquieto. Tanta unidad. Tanto éxito electoral. Como esa
gente a la que nadie le pone un pero y a todo el mundo le cae bien. Insoportables.
Ahora ya es otra cosa. Ya estamos en el mundillo. Ya somos un partido en serio.

Sí, como todos, sin faltar uno: lo del PSM, que viene de la Segunda República, dicen
que decía Tarradellas; el PP, una olla a presión electoral con Aznar de fondo; IU,
me da risa de sólo pensarlo; CiU, el seny claro que sí, pero prefiero a los míos qué
quieren…; el PNV, a txalapartazo limpio entre egibaristas e imazistas; ERC, ni con
poder y ganando se aguantan; BNG, CC, PA, y así hasta la Chunta, aunque esto último
no lo tengo confirmado.

O sea que esto marcha. Y no me digan que no. Ya tenemos nuestra crisis, nuestras
rencillas con filtraciones y todo: qué importante se cree ese politiquillo que se
afilió a Ciudadanos porque odia a los politiquillos —dicen que a esto se le llama
anosognosia—y que llama a sus amiguetes periodistas y les cuenta: fíjate qué agua
revuelta, qué convulsión interna, qué futuro complicado... Lo tenemos ya todo.

Eso sí. Si lo piensan, hay algo que sí nos diferencia: Ciudadanos es un milagro y,
sobre todo, una buena idea.

Gonzalo Teubal

viernes, 1 de junio de 2007

Álgebra mentida



Cada uno de ellos ha ganado las elecciones. Incluso quienes las han perdido hallan accidentes victoriosos en su lid: de Mr. D´Hont y sus cocientes, a las Circunscripciones perfectibles. Egocentrismo partidil. Deshonestidad matemática. Álgebra retorcida.

Y hablando de Partidos, vi hace poco uno de tenis. Siempre me llamaron la atención las reglas de puntuación de este deporte. Obligan al jugador a considerar su estrategia detenidamente, porque para ganar un partido no basta con anotarse más puntos que el rival.

Al contrario. El que vi hace unos días lo ganó Triunfimona y lo perdió Derrobella por 2 "sets" a 1. Indiscutiblemente, lo ganó Triunfimona. Dos a uno. Obvio. Triunfimona campeona.

Sin embargo, Derrobella se anotó más "juegos" que su trinfadora rival. Resultados parciales: 6-0 / 4-6 / 4-6. Catorce juegos a doce, a favor de la perdedora.

Además, la derrotada Derrobella ganó más "puntos" en el partido que su victoriosa contrincante. Ganó todos sus juegos en blanco, y llegó a "treinta" en todos los que perdió. Resultado en puntos: ochenta a setenta y seis, de nuevo a favor de la perdedora.

Se anotó más puntos y ganó más juegos. Pero perdió el partido.

Sin embargo, ni Derrobella ni ninguno de sus fans reclamaron la victoria. Ni siquiera se le pasó por la cabeza la idea de quejarse de las reglas del tenis con motivo de tan aparente paradoja numérica.

Será que aún queda gente que respeta profundamente las reglas cuando son iguales para todos. Será que a veces la honestidad normativa se sobrepone en su pugna contra el álgebra mentida.

Francisco Sanz

jueves, 31 de mayo de 2007

Polonia , el teletubbie y Zerolo


Hoy no me puedo levantar, la petición de Zerolo me dejó fatal…

En Polonia se han enfadado con los teletubbies. Al parecer uno de ellos, no recuerdo el color de su pelaje, utiliza un bolso. Según entienden nuestros amigos los Polacos esta utilización de dicho complemento de moda no parece ajustarse a sus normas morales y puede, siempre según ellos, inducir a errores a los mas jóvenes cachorros humanos con respecto a la sexualidad.
Como se ve una polémica un tanto absurda, pero bueno así son las cosas y así nos las han contado.

Ahora bien en medio de la escena política internacional surge el concejal del Partido socialista obrero español en el Ayuntamiento de Madrid y pide que Polonia, leen bien, Polonia sea expulsada de la Unión Europea por el lió del teletubbie del bolsito.

Miren ustedes no se cual será la carga de trabajo de los concejales del Ayuntamiento de Madrid. Pero que pierdan un solo minuto en semejante dislate, es a todas luces la noticia política de 2007.

Zerolo contra Polonia por un teletubbie. Esperemos que no le hagan mucho caso ya que lo siguiente va a ser la solicitud de la expulsión de Estados Unidos de la OEA por permitir el mal trato de Pixie y Dixie al gato Jinks.
Hugo

miércoles, 30 de mayo de 2007

De urnas y votos


A tres días ya de las elecciones municipales y autonómicas podemos hacer diversas lecturas. Como siempre todos hemos ganado, hemos ganado los nuestros, tenemos mas concejales, tenemos mas Alcaldes, tenemos mas votos…

El ciudadano ya acostumbrado a leer entre líneas de las declaraciones de los portavoces de los partidos, de los medios de comunicación y de todos los tele vendedores de mensajes, ha sacado sus propias conclusiones.

Así por ejemplo en Navarra se da cuenta que nada ha cambiado salvo el hundimiento de CDN, todo lo demás está prácticamente igual ya que la supuesta subida de Nafarroa Bai no es tal por acudir a estos comicios conjuntamente una pleyade de partidos y listas afines que ya existían, tenían sus votos pero cada una por su lado. Lo de ANV era previsible.

A nivel nacional se puede hablar de un empate técnico entre el Pp y el Psoe ninguno de los dos partidos puede decir que está en disposición de ganar unas elecciones generales a día de hoy. Razones varias, el voto en las municipales no es igual al voto en las generales y el número de votos de uno y otro partido está muy igualado.

Madrid tal vez sea el lugar donde si han pasado muchas cosas. Un ganador único. Ya en la tarde de ayer martes hizo publico lo que nunca se había atrevido a decir. Gallardon ya le ha anunciado a Rajoy que si quiere, él le ayuda a ganar las generales y se ha autoproclamado nº 2 de facto. Esto lo hace desde la posición de saberse ganador, de obtener el mejor resultado para el Pp en Madrid de siempre. De ganar a Aguirre. Y sobre todo por saber que en el Pp, es el único capaz de conseguir votos que tradicionalmente no van al Pp, de conseguir votos que hacen ganar elecciones.
El Alcalde de Madrid ha ido mas allá aún, y ha proclamado que el Pp representa el liberalismo progresista y que él es su cabeza visible en este ámbito.
No se si exagera Don Alberto, pero el tiene los datos y son incontestables.

En el Psoe Madrileño muchas cosas han ido mal. Toma de decisiones erróneas. Candidatos quemados o desconocidos. Y sobre todo no haber sabido cambiar, proyectos y candidatos una vez que se consumó el desastre del Tamayazo. La elección de Sebastián un gol en propia puerta aunque porcentualmente, sacó peor resultado Juan Barranco en el 95 que el cariacontecido candidato de Zapatero.
Ciudadanos ha mantenido el tipo y, con todo en contra, ha obtenido un resultado más que aceptable. Se puede aventurar que con una participación similar y con una presencia de votos en la totalidad de municipios, en estas municipales en Barcelona solo se presentó candidaturas en un 60 % de los municipios, obtendría representación en las cortes.
Hugo

martes, 29 de mayo de 2007

El Puntazo


El confidencial anónimo es el refugio ideal de la bravuconada paleta, tan propia de cierta prensa. En uno de los lugares más emblemáticos del género se preguntan por los beneficiados de la aparición de Ciudadanos en las municipales de Barcelona. La pregunta es retórica y sólo les interesa el supuesto perjudicado, el líder local del PP Alberto Fernández. Dicen a la vez, sin sonrojarse, que Ciutadans ha fracasado y que le ha impedido alcanzar otro concejal a los populares. Un representante que habría apuntalado una de las opciones nacionalistas- las únicas- para el Gobierno municipal de la Ciudad Condal: el clásico CIU-PP.
La verdad es que lo de Esperanza García es mala idea: mira que presentarse a unas elecciones democráticas en un país libre y competir con otros partidos, con lo bien que estaría en su casa. A los dirigentes del periódico en cuestión, cuyo dueño acudió presto a salvar de la quema a la prensa deficitaria nacionalista, hay que decirles que no se desanimen: ahora sólo tienen que convencer a PSC, CIU, ERC e ICV de que no se presenten a las próximas municipales. Entonces seguro que podrán ver al albertito de sus ojos investido alcalde por aclamación popular.
Julio Veiga

lunes, 28 de mayo de 2007

Lampedusa electoral


La jornada electoral de ayer no ha decepcionado a nadie; nadie que no hubiese incurrido en actitudes marcadamente delictuosas, se entiende.

Pero a esto ya estamos acostumbrados. Las lecturas de los votos de los ciudadanos están abiertas a prácticamente cualquier posibilidad. Así, oyendo a los representantes políticos en una noche electoral cualquiera, queda claro que nadie pierde; que la victoria y el éxito son infinitamente generosos.

Especialmente satisfechos se encontrarán los encuestadores en esta mañana postelectoral. Tras una serie de citas en las que la bola de cristal del gremio semejaba haberse enturbiado, los resultados de ayer han replicado -con un altísimo grado de fidelidad- los pronósticos que se manejaban en las jornadas previas a la cita con las urnas.

La abstención del desencanto vuelve a reinar; unos ganan en votos, los otros en cuota de gobierno; las semicastradas listas de los filoetarras gozan ahora del aura de la respetabilidad; las coaliciones –más o menos contranatura- siguen en la cresta de la ola… Que seguimos en medio del desierto, vaya. Ya decía el príncipe de Lampedusa que es necesario cambiar todo para que todo siga igual.

En las próximas elecciones generales toda una generación de españoles tendrá una nueva oportunidad –quizá la última- de lograr un verdadero cambio en el curso de la política nacional. El reto de Ciudadanos pasa por convertirse en el vehículo que, a pesar de todos los obstáculos que sin duda presentará el camino, logre canalizar esta tan legítima ambición de ingentes cantidades de españoles sin verdadera voz política.

Un bipartidismo sometido a crecientes dosis de ese poder localista -tan demagogo e insolidario, y cada vez más ubicuo- no puede marcar el rumbo de un país a medio y largo plazo. Existen reformas básicas de nuestro sistema político que son sencillamente necesarias. Ése es el mensaje que tiene que llegar, alto y claro, a toda la ciudadanía durante los próximos meses.

domingo, 27 de mayo de 2007

Supongamos un abrelatas


Nuestro sistema político está bloqueado. Parece absurdo negar la evidencia. El PP y el PSOE se alternan en el poder, desde hace 25 años, sin afrontar los grandes problemas de nuestra sociedad: acceso a una vivienda digna, fracaso escolar, desarrollo sostenible, integración de los inmigrantes, contratos basura, y tanto otros.

La abstención aumenta. El Partido Popular y el PSOE, cada vez representan a menos ciudadanos. Mucha gente les vota “con la nariz tapada”, para que no ganen los otros. Pero los defensores del sistema afirman rotundamente que no hay espacio para nuevas fuerzas políticas; con el PP, el PSOE, y cuatro o cinco partidos nacionalistas llorones y chantajistas, ya tenemos bastante. No surgen nuevos partidos porque no hacen falta. En democracia, la gente descontenta puede votar libremente a otros partidos. Si no surge algo nuevo es porque no es necesario. Craso error.

Si un nuevo partido se presentara a las elecciones generales, ¿de qué serviría que le votaran en Soria, en Teruel, en Toledo, en Jaén, en Lugo, en Lérida, en Logroño, etc.? De nada, evidentemente, de nada. ¿Qué posibilidades tendría de obtener representación en todas estas provincias y en muchas más? Por razones estadísticas, por el método de asignación de escaños, su resultado sería cero patatero. La razón de fondo: una Ley Electoral que no favorece la aparición de nuevas políticas.

La solución a tantos años de parálisis sería un aumento de la pluralidad política, germen de nuevas ideas, de nuevas propuestas, de nuevas ilusiones... Pero esto, en España, no es posible. Estamos condenados a no salir del laberinto. Esta situación me recuerda aquel viejo chiste de nuestra época universitaria: ¿Cómo abrir una lata en una isla desierta? Cada licenciado, en función de su deformación profesional, sugería un método distinto para abrirla: químico, físico, matemático, etc. Al final, uno de ellos, con expresión triunfante, proponía la genial solución: supongamos un abrelatas.

Aquí, todo el mundo sabe, desde hace muchos años, que para aumentar la pluralidad política, necesitamos “un abrelatas”, que en nuestro caso sería la Reforma de la Ley Electoral, pero nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato. Como en la famosa película de mi paisano Luis Buñuel, El ángel exterminador, nadie sabe por qué no conseguimos salir de esta maldita habitación, cada vez más asfixiante, sin agua, sin comida, sin proyectos, esperando siempre a que alguien se decida a cruzar el umbral.

Carlos Cistué