domingo, 27 de enero de 2008

LO VAMOS A PASAR MAL

Bueno, pues ha llegado el mal ciclo económico y se va a quedar con nosotros un ratito. Y lo vamos a pasar mal, inevitablemente. De acuerdo que eso sucede cada tanto, recurrentemente, y en muchos países, pero uno puede prepararse o descuidarse. Nosotros las vamos a pasar canutas. Veamos, por ejemplo, cuatro razones evidentes.

En primer lugar, tenemos el modelo económico Rato/Solbes que hemos seguido los últimos catorce años, absolutamente coincidente en sus rasgos esenciales. Ese modelo, que se ha prolongado suicidamente en el tiempo, basado en vender patrimonio (suelo, playas y construcción) y endeudarnos, ha preparado una España sin productividad, sin competitividad, sin tecnología y sin formación de capital humano para enfrentarse a los malos tiempos. No es un modelo que se para y transforma, es un modelo que se derrumba y asuela. Tendremos poco que vender, menos gente que nos quiera comprar, y todo ello con el mayor déficit comercial del mundo en términos relativos al PIB. Veremos el pan de ayer convertirse en hambre hogaño. ¿Alguien se acuerda de que los señores del PP o del PSOE hayan hecho una reforma estructural de las que se reclamaban a gritos en tiempo de bonanza? Estaban demasiado ocupados en promocionar campos de golf. El sector productivo español no está bien preparado para lo que viene. Resistiremos peor, sufriremos más.

En segundo lugar, nuestros gobernantes, de "izquierdas" como de "derechas", dulcemente chantajeados por los separatistas (otros los llaman nacionalistas, y, lo más grotesco es cuando les llaman nacionalistas "moderados") han cometido dos enormes errores. Se han despojado de instrumentos claves para enfrentarse, a nivel nacional, a las consecuencias sociales de la crisis, repartiendo competencias, más allá de lo razonable, a una pequeña constelación de regiones en pugna entre sí. Por otra parte han concentrado esfuerzos y energías políticas en unos objetivos desintegradores que nadie demandaba, restando fuerzas para los temas relevantes para el bienestar de los ciudadanos y creando un clima de división, de pugna tribal, en un momento en que será necesario un gran esfuerzo de solidaridad y cohesión. Cada uno por su lado, dolor para todos.

En tercer lugar, la cohesión social, de la mano de los ministros "Peperos" o "Psoeros", se ha deteriorado gravemente. Las políticas seguidas lograron mitigar el nivel de desempleo, pero no erradicar el paro ni mucho menos. Y lograron bajar la tasa de paro sobre el modelo ya comentado y la precarización del mercado de trabajo, no lo hicieron creando una red industrial y de servicios moderna y sólida. El resultado es que, sobre un nivel de desempleados ya bastante importante, se van a añadir nuevos parados con la misma velocidad o más que se crearon los puestos de trabajo en precario, en la construcción, la hostelería etc… Es decir una posible riada. Y también las políticas de nuestros últimos gobernantes han cambiado los parámetros de la seguridad ciudadana. Pero a peor. Por ello, con más paro, peor calidad de vida, y mucho peor que en una sociedad cohesionada y vertebrada. Nosotros seguimos la vía de la invertebración. Y pasaremos las de San Quintín.

En cuarto lugar están las políticas económicas y sectoriales de los distintos ministros de Industria y de economía de los Sres. Aznar y Rodríguez (Zapatero). Hermanas gemelas, han conseguido multiplicar la inflación y la dependencia energética de España, mucho más allá de la de los países de nuestro entorno. (Por ejemplo compramos energía nuclear a Francia a precio de oro líquido) También han propugnado con alegría la demagógica reducción fiscal de los impuestos directos (los indirectos, más invertebradores, ni se mencionan) a costa de disminuir el salario social. Es decir yo le rebajo un poquito el IRPF pero UD. se paga su colegio, su médico privado, su seguridad privada, aguanta la justicia más tardona del mundo (luego injusta), los servicios públicos más raquíticos y así…. El resultado es que el Estado no tendrá suficiente recursos para atender las necesidades sociales que se avecinan y nosotros tendríamos que subvenir a ello con nuestros cada vez más limitados bolsillos. Nos las vamos a ver muy negras.

Lo vamos a pasar mal. Habrá unas elecciones dentro de nada y una cosa podemos tener segura, si votamos a PP, PSOE, nacionalistas o nos abstenemos, tendremos más de lo mismo, un país mal preparado para la crisis. Es decir, si votamos a uno de esos, o nos abstenemos, lo vamos a pasar peor, mucho peor. Habrá que buscar la esperanza de nuevos partidos al servicio de los Ciudadanos españoles.

Enrique Calvet

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