sábado, 28 de abril de 2007

A 70 años de Guernica


Este texto está dedicado a la memoria de las víctimas y sobrevivientes del bombardeo de Guernica realizado por la Legión Condor, en su 70 aniversario. Fue el primer bombardeo de la historia con bombas incendiarias a una población civil. Entre ellos se encontraban mi abuela, mi madre y mi tío. Jamás tuvieron el valor de contar todo lo que vivieron.

¿Que hacemos con los abuelos?

Asistimos actualmente a un fenómeno paradójico que conviene analizar con cierta profundidad sin dejarse llevar por tópicos fáciles. Cada vez somos más los nietos de abuelos republicanos desaparecidos durante la Guerra Civil que queremos saber más sobre ellos. Queremos que se les rehabilite y se les rinda justicia y el homenaje debido.

¿Por qué ahora? ¿Por qué los nietos?

Hay una respuesta fácil. La resonancia mediática del caso del abuelo de nuestro Presidente del Gobierno ha fomentado un culto al “abuelo republicano”. Que fácil sería esta explicación. Que conveniente para algunos. Que útil para su explotación política. Que falsa.

La realidad es bastante diferente, y creo que mi caso personal puede ser un tanto revelador de las verdaderas motivaciones de muchos de nosotros. Mi abuelo murió combatiendo contra el fascismo en la defensa de Madrid durante la Guerra Civil en la Tercera Brigada Mixta en primera linea de fuego. Era de profesión Carabinero de la República, llegó a Capitán por méritos de guerra, era de convicciones republicanas pero sin afiliación política, y fue fiel a su juramento de lealtad a las instituciones legítimas. A esto se reducía todo lo que siempre había sabido de él. Jamás se me dijo ni que hubiese sido un héroe ni un villano. Jamás se me dijo nada más. Supongo que el dolor de mi abuela explicaba su silencio. Pero también su miedo. El miedo de que sus nietos fuesen señalados con el dedo. Aquel miedo inculcado a la generación de los perdedores de la guerra. Esta generación vencida y traumatizada crió a sus hijos con la indiferencia y la ignorancia del pasado que les permitiría no ser un paria en la sociedad franquista. Crecieron en un país cerrado al mundo, estudiando listas de reyes godos y sin saber de la Guerra Civil, ni de su represión posterior. Muchos de ellos aún creen que la represión (sic) en Francia después de la II Guerra Mundial fue peor que la represión franquista, e ignoran los 200000 muertos por la represión en la posguerra. La generación de nuestros padres fue educada para que no mirasen para atrás, so pena de avergonzarse de su origen. Muchos de nosotros tampoco supimos mucho más de nuestros abuelos a través de ellos. Tampoco nos habíamos interesado en saber más.

En mi caso si que supe por mi madre que mi abuelo era republicano, pues por esa razón mi abuela no percibió la pensión que le correspondía, ni el seguro de orfandad que mi abuelo tenía contratado. Los huérfanos de los vencedores de la guerra tenían preferencia y no había para todos. Eso significaba que los huérfanos franquistas se lo quedaban todo y los republicanos nada. Indecencias de tal calibre sólo se pueden entender bajo la óptica del regimen ilegítimo e inmoral que gobernó España durante cuarenta años. Sin embargo hoy, por suerte, vivimos otros tiempos.

Es un derecho ciudadano conocer y preservar la memoria de nuestros antepasados. Este es un derecho de los más íntimos y nada ni nadie lo puede obstruir. Por definición no hay temas tabús en una democracia madura. Los miedos al pasado ya no son de recibo…o no deberían serlo. Aún hoy en día no se ha hecho justicia con muchas de las víctimas de la Guerra Civil. Y sobre todo con aquellos que dieron su vida por defender un regimen democrático. Reconocerles sus derechos después de 70 años no es de justicia: ¡es de urgencia absoluta! Recordar de igual manera a los de uno u otro bando es de justicia, y que menos a aquellos que defendían un régimen legítimo como el nuestro. Revisar las sentencias franquistas (que no anularlas de pleno derecho como algunos intentan hacer creer) que condenaron a muchos inocentes es de justicia. A algunos nos avergüenza tener aún un país sembrado de fosas comunes. Nos preguntamos como podemos ir dando lecciones de transiciones democráticas. La amnesia y la supresión del otro ha llegado muy lejos.

Teniendo en cuenta todo esto…¿Cómo podemos soportar que desde la derecha se venga diciendo que “el pasado no conviene removerlo”? ¿Quienes son ustedes señores para decirme lo que quiero recordar y lo que no? Pero…un momento…¿No son ustedes los mismos que durante 40 años han erigido monumentos a sus muertos y han rendido culto a su memoria? Ustedes jamás han practicado lo que predican hoy ¿Por qué les da tanto miedo que sepamos? ¿Por qué les da tanto miedo que se sepa? A mi jamás se me ocurriría pedirles que se olvidasen ustedes de sus abuelos. Son ustedes libres de hacerlo o no. Puedo entender que quieran olvidarse de ellos si fueron algunos de los asesinos que pululaban en ambos bandos. También puedo entender que en este caso estén preocupados con que salga a la luz el nombre de sus parientes. No sería justo reprocharles nada. Ustedes son libres de conocer o no…pero yo también.

Sin duda el que me quisieran negar mi derecho fundamental a saber, lo único consiguió es que lo ejerciese con mayor fuerza. Y me alegro de haberlo ejercido. He descubierto la dificultad de saber y de recabar información de esa época. He descubierto expedientes militares personales borrados y falsificados. He descubierto la magnitud de la falsificación histórica. He descubierto la inmensa amnesia kafkiana a la que sometió a este país el régimen de Franco. El diagnóstico de muchos de los problemas que arrastramos en este país empieza por esto. Es imposible entender la España moderna sin entender nuestra Amnesia histórica. Ya es hora de tener el valor de mirar la Historia de cara.

En cualquier país de nuestro entorno democrático se rinde honores a aquellos que combatieron y dieron su vida por la democracia. En España todavía no. ¿Por qué?

Alias Ocram

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sencillamente me ha encantado y motivado tus palabras,me parecen tan ciertas como necesarias en la época vivimos.Sin acritud y sin insultos debemos mostrar a los jóvenes de hoy y mañana(y yo me considero con 29 años) que las familias que murieron y padecieron aquel horrible episodio de nuestra historia no lo hicieron simplemente por rabia o contrariedad a unas ideas,no mas por su libertades y derechos, que fueron quebrantados e incluso despreciados por una dictadura,que como todas,se sirvió del poder de las armas y el miedo para escindir un país que buscaba un atisbo de lo que hoy consideramos democracia.
Se merecen un respeto, y que menos que el recuerdo.
Como bien dices, ya llevamos demasiados años contemplando el enaltecimiento de esos ¨gloriosos¨ hijos del fascismo,que lo mas que consiguieron fue un retraso tecnológico,intelectual y económico con respecto a Europa.
Gracias por tus palabras y gracias a todos aquellos que tienen la valentía de gritar,aunque pocos lo escuchen,que creemos en la libertad y no en el autoritarismo y la represión,que todos los que no lo vivimos estamos aquí gracias a los que lucharon,padecieron y se levantaron,que Franco no era un presidente de un partido de derechas,sino un cobarde con pistola que impuso su ley sin remordimientos a aquellos que luchaban por su LIBERTAD.