Madame Zetapery
Se celebran 150 años de la publicación de una indiscutible obra cumbre de la novela moderna: Madame Bovary.
De la heroína, Emma Bovary, los estudiosos destacan su condición de burguesa malcasada, y de fantasiosa seguidora de la sensibilidad romántica.
La obra de Gustave Flaubert, con esa detallada historiografía de los amores prohibidos de su protagonista, supuso una auténtica conmoción para la sociedad de su tiempo.
¿Les suena todo esto de algo?
Tenemos un presidente tan burgués como malcasado -con sus socios políticos, se entiende-, fantasioso seguidor de una trasnochada sensibilidad ‘progrepacificibuenista’, que se ha esforzado en triturar –para conmoción de un gran número de españoles- prácticamente todos los consensos fraguados durante la transición democrática.
Pero donde el paralelismo se aleja de la comicidad, ganando mucho en dramatismo, es en torno al proceso judicial en el que se vio envuelto Flaubert.
Tras la publicación de Madame Bovary, su autor y su editor se vieron procesados por inmoralidad. Cuentan las crónicas que el abogado de los encausados centró su alegato de defensa en el distanciamiento narrador-personaje.
Sin embargo, como refuerzo de sus tesis, el letrado consignó ante el juez que la muerte de Emma, al final de la obra, indicaba que el pecado era al final condenado.
Flaubert fue absuelto. Pero, para la posteridad, la relevancia como referente moral de su caso quedó muy diluida por ese recurso a la muerte de su personaje.
El brillante novelista francés renunció a centrar su defensa únicamente en una cuestión de principio. Flaubert recurrió a la muerte de la Bovary en una genuflexa medida de contenido meramente práctico, buscando sin duda congraciarse con quienes le juzgaban en busca de su perdón.
Les propongo un ejercicio mental: cambien juez por opinión pública nacional, y Flaubert por Zapatero. Evalúen entonces el paralelismo con las explicaciones dadas por el presidente alrededor de su ‘estrategia’ con respecto a ETA.
¿Cuál será el veredicto en el caso de Zapatero?, me pregunto.
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