1º DE MAYO DE 2007, MANIFIESTO
C’s-Partido de la Ciudadanía se suma a la manifestación unitaria y celebra con todos los colectivos participantes la manifestación del 1º de Mayo. Como el año pasado, C’s está con los ciudadanos celebrando el día de los trabajadores. Para C’s los derechos de los trabajadores son parte consustancial de los derechos de Ciudadanía.
Para el avance y la consolidación de los derechos laborales es necesaria una justa retribución del trabajo y un salario mínimo digno, sin discriminaciones. Asimismo, consideramos necesario impulsar políticas de conciliación laboral, seguridad, formación continuada y estabilidad contractual.
Criticamos la servidumbre de las centrales sindicales al poder político y al monolingüismo nacionalista que ha convertido el colectivo de defensa de los trabajadores en otra institución subvencionada al servicio del poder gobernante. Así se ha evidenciado con el apoyo a los diferentes estatutos de autonomía y al nacionalismo excluyente que representa la antítesis de una sociedad solidaria compuesta por ciudadanos libres e iguales.
C’s se opone a la utilización de la lengua y el origen de las personas como barrera de acceso a los derechos sociales y laborales. Los sindicatos deberían impedir este tipo de prácticas discriminatorias por parte de las administraciones públicas y no consentir, como hasta ahora, actuaciones que fomentan la existencia de trabajadores de primera y de segunda. En C’s creemos que las personas deben ser valoradas por sus capacidades.
Los sindicatos han de abrirse a la participación de los trabajadores en la toma de decisiones que les afectan: convenios colectivos, pactos y normas. El distanciamiento de la élite sindical del día a día laboral la ha convertido en una casta diferenciada, a causa del excesivo apego al cargo que existe en muchos de sus dirigentes.
La renovación democrática y el límite de mandatos que C’s propone en la política ha de llegar al ámbito sindical.
C’s defiende una relación más humana entre los diferentes colectivos implicados: una empresa más social, que ayude a compaginar la vida laboral y familiar de las personas, implicada en la protección de la naturaleza y el medio ambiente, justa en la relación con sus empleados; en definitiva, empresas que tengan una visión de los beneficios más solidaria y humana.
Abogamos por un sindicalismo más realista y libre de los poderes políticos que nos represente a todos y, con especial interés, a aquellos trabajadores de las empresas pequeñas que hoy se sienten indefensos. También por unas administraciones valientes y comprometidas con los ciudadanos, que no se plieguen a las exigencias de las grandes multinacionales y que no nos confundan con debates identitarios que sólo crean división y benefician a los poderosos.
Damos la bienvenida a todos los inmigrantes que han querido incorporarse a nuestra sociedad buscando una vida mejor. Pedimos a los poderes públicos y a las patronales una firme defensa de sus derechos laborales. Un menoscabo de ellos -como ahora ocurre- y una diferenciación de trato entre unos colectivos y otros nos afecta negativamente a todos. Los trabajadores somos un solo colectivo, sin distinciones.
Entre los militantes de C’s hay afiliados y delegados sindicales de distintas opciones sindicales, mayoritarias y minoritarias. C’s no tiene, por tanto, un sindicato como referente, pero no puede por ello soslayar la necesidad de abogar por la negociación y consenso para la resolución de los conflictos, emplazando para ello a las patronales, a los gobiernos -central y autonómico- y a los sindicatos.
Para el avance y la consolidación de los derechos laborales es necesaria una justa retribución del trabajo y un salario mínimo digno, sin discriminaciones. Asimismo, consideramos necesario impulsar políticas de conciliación laboral, seguridad, formación continuada y estabilidad contractual.
Criticamos la servidumbre de las centrales sindicales al poder político y al monolingüismo nacionalista que ha convertido el colectivo de defensa de los trabajadores en otra institución subvencionada al servicio del poder gobernante. Así se ha evidenciado con el apoyo a los diferentes estatutos de autonomía y al nacionalismo excluyente que representa la antítesis de una sociedad solidaria compuesta por ciudadanos libres e iguales.
C’s se opone a la utilización de la lengua y el origen de las personas como barrera de acceso a los derechos sociales y laborales. Los sindicatos deberían impedir este tipo de prácticas discriminatorias por parte de las administraciones públicas y no consentir, como hasta ahora, actuaciones que fomentan la existencia de trabajadores de primera y de segunda. En C’s creemos que las personas deben ser valoradas por sus capacidades.
Los sindicatos han de abrirse a la participación de los trabajadores en la toma de decisiones que les afectan: convenios colectivos, pactos y normas. El distanciamiento de la élite sindical del día a día laboral la ha convertido en una casta diferenciada, a causa del excesivo apego al cargo que existe en muchos de sus dirigentes.
La renovación democrática y el límite de mandatos que C’s propone en la política ha de llegar al ámbito sindical.
C’s defiende una relación más humana entre los diferentes colectivos implicados: una empresa más social, que ayude a compaginar la vida laboral y familiar de las personas, implicada en la protección de la naturaleza y el medio ambiente, justa en la relación con sus empleados; en definitiva, empresas que tengan una visión de los beneficios más solidaria y humana.
Abogamos por un sindicalismo más realista y libre de los poderes políticos que nos represente a todos y, con especial interés, a aquellos trabajadores de las empresas pequeñas que hoy se sienten indefensos. También por unas administraciones valientes y comprometidas con los ciudadanos, que no se plieguen a las exigencias de las grandes multinacionales y que no nos confundan con debates identitarios que sólo crean división y benefician a los poderosos.
Damos la bienvenida a todos los inmigrantes que han querido incorporarse a nuestra sociedad buscando una vida mejor. Pedimos a los poderes públicos y a las patronales una firme defensa de sus derechos laborales. Un menoscabo de ellos -como ahora ocurre- y una diferenciación de trato entre unos colectivos y otros nos afecta negativamente a todos. Los trabajadores somos un solo colectivo, sin distinciones.
Entre los militantes de C’s hay afiliados y delegados sindicales de distintas opciones sindicales, mayoritarias y minoritarias. C’s no tiene, por tanto, un sindicato como referente, pero no puede por ello soslayar la necesidad de abogar por la negociación y consenso para la resolución de los conflictos, emplazando para ello a las patronales, a los gobiernos -central y autonómico- y a los sindicatos.
La diversidad es un hecho.
La igualdad es un derecho.
La igualdad es un derecho.
C's
01 mayo 2007
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