Euribor, burbujas especulativas y política
Nuestros queridos conciudadanos con hipoteca y que les toque revisión empiezan el mes con mal pie. Como viene siendo costumbre desde hace un tiempo, sus hipotecas no paran de subir. Y lo que queda. La mayoría de hipotecas españolas son de interés variable e indexadas por el euribor. El euribor es la tasa de interés de préstamo interbancario europeo en la eurozona. El tipo de interés oficial, que marca el curso del Euribor, está fijado por el Banco Central Europeo. Aunque la razón oficial de la subida de tipos sea el control del recalentamiento de la economía (la alemana en la situación actual), el principal propósito no confesado de la subida de tipos de interés es preservar el valor del euro. Hay que saber que la época en que las monedas estaban respaldadas por el patrón oro pasó a la historia hace años.
Los bajos tipos de interés y la expansión crediticia consecuente, ha propiciado en los últimos años la creación de una burbuja inmobiliaria de proporciones gigantescas. Esto se ha agravado por una política errónea, y la disfunción de los ayuntamientos, y ha permitido una manipulación del mercado sin precedentes. El año pasado se construyeron en España 800 000 viviendas. Más que en Alemania, Francia e Italia juntas. Por supuesto esto no tiene sentido, aunque sólo ahora se empieza a hablar en los medios de comunicación de “burbuja inmobiliaria”. El peso de la construcción en la economía española es preocupante. Entorno al 18% del PIB depende de ella.
La burbuja ya ha estallado hace unos meses, aunque los medios de comunicación sólo empiecen a hablar de ello ahora. Los precios irreales combinados con la subida de tipos de interés y la sobre oferta han paralizado el mercado inmobiliario. En los próximos meses asistiremos a la quiebra de inmobiliarias y constructoras. También los precios de la vivienda bajarán de forma importante. Siguiendo la dinámica propia de las burbujas especulativas, el precio de la vivienda empezará bajando de un 20% a un 30% y continuará durante unos años hasta incluso un 60%. Pero lo peor a corto plaza será la crisis económica debida al aumento del paro a causa del parón de la construcción. Esto ligado a la finalización de numerosos proyectos públicos antes de las elecciones está propiciando la “tormenta perfecta”. El aumento del paro inevitablemente traerá un aumento del índice de morosidad, la ejecución de hipotecas y la subasta de inmuebles a precios descontados. Muchos hipotecados se encontrarán sin casa y con la hipoteca al cuello por muchos años.
¿Qué consecuencias políticas tiene esto? Sin duda ningún gobierno desea afrontar elecciones generales en una tal situación. El gobierno es plenamente consciente de que la crisis es inevitable. Las declaraciones de Solbes indicando que en una segunda legislatura no continuaría como Ministro de economía, y los rumores más recientes de su relevo después de las elecciones municipales, se leen en esta clave. También es significativo el destape de los casos de corrupción desde hace unos meses. El gobierno quiere así achacar a la corrupción y a las leyes del gobierno anterior la manipulación del mercado de la vivienda. La verdad es que ni el gobierno actual, ni el anterior, han hecho nada por evitar esta situación. Desde los organismos oficiales se está sedando la opinión pública con mensajes tranquilizadores, y vendiendo un “aterrizaje suave” del sector inmobiliario. Sin embargo, el desplome de las constructoras en la bolsa hace unos días ha destapado la caja de truenos. Las burbujas especulativas se mantienen mientras la masa de mal informados no tienen conciencia de ello. Esto parece estar acabándose. Si el proceso se acelera es muy probable que tengamos elecciones anticipadas.
Los bajos tipos de interés y la expansión crediticia consecuente, ha propiciado en los últimos años la creación de una burbuja inmobiliaria de proporciones gigantescas. Esto se ha agravado por una política errónea, y la disfunción de los ayuntamientos, y ha permitido una manipulación del mercado sin precedentes. El año pasado se construyeron en España 800 000 viviendas. Más que en Alemania, Francia e Italia juntas. Por supuesto esto no tiene sentido, aunque sólo ahora se empieza a hablar en los medios de comunicación de “burbuja inmobiliaria”. El peso de la construcción en la economía española es preocupante. Entorno al 18% del PIB depende de ella.
La burbuja ya ha estallado hace unos meses, aunque los medios de comunicación sólo empiecen a hablar de ello ahora. Los precios irreales combinados con la subida de tipos de interés y la sobre oferta han paralizado el mercado inmobiliario. En los próximos meses asistiremos a la quiebra de inmobiliarias y constructoras. También los precios de la vivienda bajarán de forma importante. Siguiendo la dinámica propia de las burbujas especulativas, el precio de la vivienda empezará bajando de un 20% a un 30% y continuará durante unos años hasta incluso un 60%. Pero lo peor a corto plaza será la crisis económica debida al aumento del paro a causa del parón de la construcción. Esto ligado a la finalización de numerosos proyectos públicos antes de las elecciones está propiciando la “tormenta perfecta”. El aumento del paro inevitablemente traerá un aumento del índice de morosidad, la ejecución de hipotecas y la subasta de inmuebles a precios descontados. Muchos hipotecados se encontrarán sin casa y con la hipoteca al cuello por muchos años.
¿Qué consecuencias políticas tiene esto? Sin duda ningún gobierno desea afrontar elecciones generales en una tal situación. El gobierno es plenamente consciente de que la crisis es inevitable. Las declaraciones de Solbes indicando que en una segunda legislatura no continuaría como Ministro de economía, y los rumores más recientes de su relevo después de las elecciones municipales, se leen en esta clave. También es significativo el destape de los casos de corrupción desde hace unos meses. El gobierno quiere así achacar a la corrupción y a las leyes del gobierno anterior la manipulación del mercado de la vivienda. La verdad es que ni el gobierno actual, ni el anterior, han hecho nada por evitar esta situación. Desde los organismos oficiales se está sedando la opinión pública con mensajes tranquilizadores, y vendiendo un “aterrizaje suave” del sector inmobiliario. Sin embargo, el desplome de las constructoras en la bolsa hace unos días ha destapado la caja de truenos. Las burbujas especulativas se mantienen mientras la masa de mal informados no tienen conciencia de ello. Esto parece estar acabándose. Si el proceso se acelera es muy probable que tengamos elecciones anticipadas.
Ricardo Pérez
2 comentarios:
Querido Ricardo ¿aparte de para que ella se construya un chalet estupendo, se sabe para qué se nombro ministra a la Sra. (es un decir) Trujillo?
¡Je,je,je!
Hizo la campaña ridícula del "Keli Finder", y las propuestas de infra-viviendas para jóvenes.
Me parece que lo digo muy claro:
"...ni el gobierno actual, ni el anterior, han hecho nada por evitar esta situación..."
¡Vaya nivel tienen nuestros políticos!
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