Soy mujer ¿Y que?
Publicado en el mirall del baix Llobregat (edición Castelldefels pág. 32 Opinión)
Margaret Manzano
Durante las últimas elecciones han intentado vendernos como un gran éxito la nueva ley de paridad, permítanme tomármelo a risa, y soy mujer. Y no creer en esa ley no significa que yo no esté defendiendo mis derechos... Pues claro que los defiendo, defiendo que ante todo se me considere como persona, como ser humano, por encima de pasar a ser un cupo para igualar la cantidad de machos y hembras en una determinada entidad.
En Ciutadans no creemos en estas normas, las mujeres nos consideramos exactamente iguales a los hombres, esa es la primera ley de igualdad, la no diferenciación. Hablando con un compañero de otro grupo municipal, me comparó la discriminación del castellano, con la según el "necesaria ley de paridad", lo llamó discriminación positiva y dijo que el catalán necesitaba una discriminación positiva como la que se aplicaba a las mujeres, y que por ello se le imponía en las escuelas...
Pues ni con el catalán ni con las mujeres... la discriminación positiva no deja de ser eso... una discriminación. Al igual que un empresario, o un elector debe contar con el derecho de elegir por argumentos lógicos a las personas más eficientes, un padre debe contar con el derecho a elegir la lengua que considere más oportuna para la educación de sus hijos.
Más de 450 millones de personas hablan castellano en el mundo, solo alrededor de 7 millones se expresan en catalán. Como madre tengo muy clara mi elección y la arbitrariedad de esa "discriminación positiva" que repercutirá negativamente en su educación y en sus posibilidades de empleo. Pero no me dejan elegir la "discriminación positiva" decidió que así fuera... Viva el absurdo..
Pero volviendo a la mujer... volviendo a las mujeres... que tremendo paso atrás damos con la ley de paridad, Soy mujer ¿Y que? ¿ Por eso tengo algún derecho más? Ni más ni menos, exijo los mismos.
En Ciutadans no creemos en estas normas, las mujeres nos consideramos exactamente iguales a los hombres, esa es la primera ley de igualdad, la no diferenciación. Hablando con un compañero de otro grupo municipal, me comparó la discriminación del castellano, con la según el "necesaria ley de paridad", lo llamó discriminación positiva y dijo que el catalán necesitaba una discriminación positiva como la que se aplicaba a las mujeres, y que por ello se le imponía en las escuelas...
Pues ni con el catalán ni con las mujeres... la discriminación positiva no deja de ser eso... una discriminación. Al igual que un empresario, o un elector debe contar con el derecho de elegir por argumentos lógicos a las personas más eficientes, un padre debe contar con el derecho a elegir la lengua que considere más oportuna para la educación de sus hijos.
Más de 450 millones de personas hablan castellano en el mundo, solo alrededor de 7 millones se expresan en catalán. Como madre tengo muy clara mi elección y la arbitrariedad de esa "discriminación positiva" que repercutirá negativamente en su educación y en sus posibilidades de empleo. Pero no me dejan elegir la "discriminación positiva" decidió que así fuera... Viva el absurdo..
Pero volviendo a la mujer... volviendo a las mujeres... que tremendo paso atrás damos con la ley de paridad, Soy mujer ¿Y que? ¿ Por eso tengo algún derecho más? Ni más ni menos, exijo los mismos.
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