Sostiene Castells
Sostiene Castells (Don Antonio) que : "Si lo más importante es la igualdad, la cohesión y la solidaridad, entonces no hacen falta las comunidades autónomas, basta con un modelo de Estado unitario", frase que pronunció en su intervención en el Consorcio de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Barcelona.
Para colegir la importancia de lo dicho conviene recordar que el Señor Castells es Consejero de Economía de la Generalidad de Cataluña , y, sobre todo, miembro señero y de antiguo del PSC, partido que, como habrá notado el avezado lector, contiene la S de socialista entre sus siglas. Estos datos hacen que la sentencia reseñada nos parezca una de las más importantes y reveladoras de la política española de los últimos años.
En una primera aproximación, la cita podría parecer una mentecatez de fácil respuesta, ya que es evidente que una descentralización bien hecha y eficaz, precisamente, es un instrumento inapreciable para poner la economía al servicio de los ciudadanos y desarrollar mejor la igualdad, la cohesión y la solidaridad. Es decir, las comunidades autónomas tienen la ventaja sobre el Estado unitario de que acercan el conocimiento de muchos problemas de los gobernados al primel nivel de resolución y agilizan las respuestas de gestión y la comunicación e información hacia el gobierno central de, singularmente, los problemas de falta de cohesión y solidaridad. Todo ello entre otras ventajas técnicas de la descentralización que figuran en cualquier manual al uso y que han hecho que, en los últimos decenios, hasta países como Francia se hayan volcado en una tarea descentralizadora eficaz. Una banalidad.
Pero nada en sus escritos abundantes ni en su trayectoria puede indicar que el señor Castells sea un simple, sino todo lo contrario. Evidentemente su frase tenía mucha carga informativa. Y ahí empieza nuestro drama.
En primer lugar, el Consejero está admitiendo implícitamente que el modelo de las comunidades autónomas es, o puede ser, incompatible con el desarrollo de la cohesión y la solidaridad entre los ciudadanos españoles. Ahí es nada. Lo que realmente indica es que “su” modelo de asentamiento de la España de las autonomías choca y, en cierta medida, se opone al pleno desarrollo de la igualdad y solidaridad entre los españoles. Y lo afirma Y LO ASUME con toda soflama el Consejero de Economía de la Generalidad. Así de clarito. Y nuestro drama anunciado es que ese “su” modelo anti-solidario es el que se ha potenciado de manera desquiciada en los últimos años. En efecto, en España, el sesgo reciente que se le ha dado a la construcción del Estado de las Automías ha hecho muy difíciles, y en cualquier caso secundarios, los conceptos de cohesión y solidaridad entre ciudadanos de España. Pero, como vemos, una autoridad lo reconoce, ahora, abiertamente, y no pasa nada. Ya está expuesto en público y en voz alta: ¿A quién le importa la solidaridad entre ciudadanos españoles, pudiendo haber Autonomías?
He aquí el segundo acto de nuestro drama. Podría pensarse que a quien le importa, precisamente, es a un socialista. Por supuesto que no en exclusiva, puesto que ha de importarle a toda persona de bien. Pero no nos negarán Uds. que los valores de solidaridad, igualdad y cohesión se asocian también y singularmente a la visión socialista de la política, entre otras cosas porque los propios miembros de los partidos socialistas lo pregonan (pregonaban) con orgullo. Pues lo sentimos, pero no. Como termina exponiendo diáfanamente el Consejero, etiquetado socialista, no es “lo más importante”la cohesión, solidaridad, etc...” para un socialista, si eso interfiere en “su” desarrollo de las Autonomías. Es decir, los valores tradicionales del socialismo, valores importantes después de todo para los ciudadanos españoles, se ven sacrificados ante la necesidad política de fragmentar España. Es el otro gran drama de la evolución reciente de nuestra política. Uno de lo partidos torales de España, responsable de vertebrarla, ha optado por abandonar sus valores ciudadanos más acendrados para ponerse en manos de las presiones más separatistas. Lo que Rosa Díez ha llamado traición.
Espero que llegados aquí me concedan la importancia de la frase del Señor Castells (D. Antonio) como una de las más sinceras y reveladoras de los últimos tiempos. Terrible por la realidad que exhibe ante los ciudadanos españoles, pero reluciente en su verdad. En cuanto a por qué el partido socialista ha dado ese giro en contra de sus principios, averígüenlo Uds. que a mí me da la risa.
Para colegir la importancia de lo dicho conviene recordar que el Señor Castells es Consejero de Economía de la Generalidad de Cataluña , y, sobre todo, miembro señero y de antiguo del PSC, partido que, como habrá notado el avezado lector, contiene la S de socialista entre sus siglas. Estos datos hacen que la sentencia reseñada nos parezca una de las más importantes y reveladoras de la política española de los últimos años.
En una primera aproximación, la cita podría parecer una mentecatez de fácil respuesta, ya que es evidente que una descentralización bien hecha y eficaz, precisamente, es un instrumento inapreciable para poner la economía al servicio de los ciudadanos y desarrollar mejor la igualdad, la cohesión y la solidaridad. Es decir, las comunidades autónomas tienen la ventaja sobre el Estado unitario de que acercan el conocimiento de muchos problemas de los gobernados al primel nivel de resolución y agilizan las respuestas de gestión y la comunicación e información hacia el gobierno central de, singularmente, los problemas de falta de cohesión y solidaridad. Todo ello entre otras ventajas técnicas de la descentralización que figuran en cualquier manual al uso y que han hecho que, en los últimos decenios, hasta países como Francia se hayan volcado en una tarea descentralizadora eficaz. Una banalidad.
Pero nada en sus escritos abundantes ni en su trayectoria puede indicar que el señor Castells sea un simple, sino todo lo contrario. Evidentemente su frase tenía mucha carga informativa. Y ahí empieza nuestro drama.
En primer lugar, el Consejero está admitiendo implícitamente que el modelo de las comunidades autónomas es, o puede ser, incompatible con el desarrollo de la cohesión y la solidaridad entre los ciudadanos españoles. Ahí es nada. Lo que realmente indica es que “su” modelo de asentamiento de la España de las autonomías choca y, en cierta medida, se opone al pleno desarrollo de la igualdad y solidaridad entre los españoles. Y lo afirma Y LO ASUME con toda soflama el Consejero de Economía de la Generalidad. Así de clarito. Y nuestro drama anunciado es que ese “su” modelo anti-solidario es el que se ha potenciado de manera desquiciada en los últimos años. En efecto, en España, el sesgo reciente que se le ha dado a la construcción del Estado de las Automías ha hecho muy difíciles, y en cualquier caso secundarios, los conceptos de cohesión y solidaridad entre ciudadanos de España. Pero, como vemos, una autoridad lo reconoce, ahora, abiertamente, y no pasa nada. Ya está expuesto en público y en voz alta: ¿A quién le importa la solidaridad entre ciudadanos españoles, pudiendo haber Autonomías?
He aquí el segundo acto de nuestro drama. Podría pensarse que a quien le importa, precisamente, es a un socialista. Por supuesto que no en exclusiva, puesto que ha de importarle a toda persona de bien. Pero no nos negarán Uds. que los valores de solidaridad, igualdad y cohesión se asocian también y singularmente a la visión socialista de la política, entre otras cosas porque los propios miembros de los partidos socialistas lo pregonan (pregonaban) con orgullo. Pues lo sentimos, pero no. Como termina exponiendo diáfanamente el Consejero, etiquetado socialista, no es “lo más importante”la cohesión, solidaridad, etc...” para un socialista, si eso interfiere en “su” desarrollo de las Autonomías. Es decir, los valores tradicionales del socialismo, valores importantes después de todo para los ciudadanos españoles, se ven sacrificados ante la necesidad política de fragmentar España. Es el otro gran drama de la evolución reciente de nuestra política. Uno de lo partidos torales de España, responsable de vertebrarla, ha optado por abandonar sus valores ciudadanos más acendrados para ponerse en manos de las presiones más separatistas. Lo que Rosa Díez ha llamado traición.
Espero que llegados aquí me concedan la importancia de la frase del Señor Castells (D. Antonio) como una de las más sinceras y reveladoras de los últimos tiempos. Terrible por la realidad que exhibe ante los ciudadanos españoles, pero reluciente en su verdad. En cuanto a por qué el partido socialista ha dado ese giro en contra de sus principios, averígüenlo Uds. que a mí me da la risa.
Enrique Calvet
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