viernes, 30 de noviembre de 2007

Se me saltan las lágrimas

“Es catalán quien así se siente, o quien vive en Cataluña y lo quiere ser. El sentimiento de pertenencia es más importante que la condición administrativa de vivir en un territorio. Y en cualquier caso, la voluntad de ser catalán es el elemento más determinante”. Artur Mas, 20 de noviembre de 2007.

El líder de Convergencia Democràtica de Catalunya, una vez más, reinventa la historia moldeándola a su gusto. Emplea desvergonzadamente el término ‘colonias interiores’ para referirse a Cataluña y su encaje en España a lo largo de la historia; se cuelga la medalla –en la pechera del catalanismo– de haber ‘regenerado España’; y reclama por último el amor al ‘país’ por encima de la ideología.

La visión de ‘Catalunya’ expuesta por el señor Mas en su conferencia política del pasado día 20 hunde sus raíces en un pasado muy oscuro, negando todos los avances en la ciencia política, de las democracias liberales y del ideal de ciudadanía, experimentados desde hace más de dos siglos. Es todo un homenaje a la modernidad en retroceso.

Por otra parte, conocíamos también hace unos días que Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, ex diputado de UCD y de AP y uno de los siete ‘padres’ de la Constitución, había sido galardonado con el XIII Premio Jurídico Pelayo para Juristas de Reconocido Prestigio en reconocimiento “a su labor como político y jurista”.

El fino jurista que Miñón lleva dentro reiteró su confesión positivista y se destapó con las siguientes declaraciones en apoyo de sus ya conocidas tesis defensoras de los derechos históricos:

“Un cuerpo político [dijo refiriéndose a España] para ser verdadero ha de surgir del ethnos prepolítico, decantado por el tiempo y basado [...] en la afinidad física y espiritual, en la de las facultades y las convicciones”. Sencillamente fantástico, y muy positivista por cierto…

Pero no se queda aquí la cosa. No señor. Lo mejor de la información aparecida en el diario El País cubriendo la entrega del premio venía al final. Es en las últimas líneas del artículo donde se consignaba que –liberado quizás de tensiones tras el anuncio de su próxima retirada– el presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín , aseguró en su alocución que Miguel Herrero de Miñón es el único político que ha conseguido que el ex presidente del PNV Xabier Arzalluz “se parta de risa”.

No me extraña. Las carcajadas de Arzalluz no habrán hecho sino redoblarse ante esta explosión de papanatismo manifiesto. Eso sí, todo muy prestigioso y muy ‘normal’.

El 9-M cada vez más cerca y el amodorramiento generalizado sigue reinando. La mayoría de los ciudadanos españoles parece querer ignorar los peligros reales e inmediatos que conlleva aceptar estas tesis de ‘sentimentalización’ de los derechos y de la política; tesis con las que tan fructíferamente comercian los políticos nacionalistas y sus aliados de diverso pelaje.

Quedan poco más de 100 días. Pongamos la primera piedra hacia el cambio de tendencia. Nos corresponde a los ciudadanos. A todos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Patético, sencillamente, patético. Contad con mi voto, pero para el 2451.