La vanguardia está en Brasil

Brasil rompe la patente de un medicamento contra el sida. (publicado en el pais.es)

Lula otorga una licencia que permitirá iniciar la producción nacional de un medicamento contra el VIH del laboratorio Merck o importar genéricos.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha decidido otorgar la denominada licencia compulsoria al medicamento contra el sida Efavirenz, producido por el laboratorio Merck y protegido por patente, de manera que pueda producirse en el país o ser importado en forma de genérico, después de que así lo recomendara el Ministerio de Salud. Desde que la Organización Mundial de Comercio abriera la puerta, en 2001, a que los países pudieran saltarse las patentes de los medicamentos en caso de crisis sanitaria, el caso no se había dado.

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Quienes esta mañana lea los diarios matutinos se encontrará con esta noticia la leerá, releerá y no cejará en su asombro. Un Lula inmenso, ha roto con uno de los mayores despropósitos de la sociedad actual. Donde los ricos sobreviven y los pobres se mueren. Donde los ricos comercian con la salud de los pobres. Donde tener una patente de un medicamento supone miles de millones de euros en beneficios, mientras miles de seres humanos se mueren sin posibilidad de probar en su propio ser los remedios que son objetos mercantiles en lugar de la propia medicina que es y para la que fue concebida en un laboratorio.

Las grandes farmacéuticas que pretenden evitar la entrada de competidores que pongan a disposición de la población medicamentos genéricos para combatir el Virus de la Inmunodeficiencia Humana con políticas de dobles precios, igualmente con las patentes de farmacos para otras enfermedades, quedan con sus vergüenzas al aire con la acción del gobierno Brasileño. Esta medida tiene que marcar el futuro. Es conveniente que mas países se sumen a medidas de este tipo y se ayude sin demora al continente africano que, en este mismo instante es el más necesitado de Humanidad con mayúsculas.

Se podrá calificar a Lula como un demagogo, como un populista, pero esta actuación a la que nos estamos refiriendo deberá ser la que le ponga en los manuales de historia de los escolares de todo el mundo. Estaremos enseñando a los futuros habitantes del planeta los verdaderos valores ciudadanos como contraposición a los valores mercantilistas vacíos. Con la Salud, con la enfermedad, con la vida no se puede permitir comerciar.

¿Quién puede decirnos que no?

Hugo