Objetora
Blanca María Díez Ponce tiene 16 años y ha decidido objetar de Educación para
Argumenta, no sin razón, que su hija puede, por ejemplo, acceder a la píldora del día después sin permiso paterno. O trabajar, añado yo.
El problema de Marina es que se ha puesto a moralizar cuando debería haber argumentado. La alumna Blanca dice que no quiere que sus primos menores tengan que leer cosas como “Ali Baba y los 40 maricones”. Supongo que se refiere a que no quiere que no las lean en horas lectivas, porque fuera de ellas…..
Ambos moralizan y ambos se equivocan; el catedrático por negarle capacidad de iniciativa a una persona de 16 años-¿diría lo mismo si decide cometer algún tipo de delito?-, y la alumna y su madre por negarle al Estado la competencia en materia educativa. Es precisamente Estado lo que falta en España en muchas cuestiones y por supuesto en la de la educación. Un Estado que se convierta en garante de la excelencia educativa con un control de nivel a edad más temprana-sí, sí
1 comentario:
Julio: tu aseveración acerca de que "la alumna y su madre niegan al Estado la competencia en materia educativa" no es buen argumento, porque la Constitución Española en su artículo 27, dedicado al derecho a la educación dice así:
"Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones".
O sea, que lo que esa asignatura tenga de religión y de moral, no puede impartirse sin que cada padre lo apruebe, igual que la clase de religión musulmana, que sólo puede darse a los que la piden. Y la católica, lo mismo.
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