Dos lecciones (terribles y tardías) debidas a Mosén Xirinacs
Don Luis María Xirinacs ha muerto. Que en paz descanse y que tanta paz encuentre como la que deja. Fue un personaje atrabiliario y, aparentemente, sumido en la confusión y el caos mental que le llevó del antifranquismo celebrado por todos a creerse con la misión divina de liberar a Cataluña (y los “Países Catalanes”) de la “esclavitud” (sic), sin explicar seriamente cual era, pero , en sus delirios, viéndola hasta esclava de…¡Italia!. Desgraciadamente, sus mecanismos mentales extravagantes dejaron de ser anécdotas graciosas cuando se convirtió en apologeta y promotor de la mafia asesina que es ETA. Pero aún así, no deja de ser un personaje estrambotico de menor importancia que sólo puede ser algo desazonante en la medida en que se quiera hacerle caso, lo que es improbable entre la gente sensata.
Pero su muerte sí ha desenmascarado situaciones de mucha mayor gravedad. Desoladoras para quién sigue, desde el sentido común, la deriva de nuestra sociedad . Una sociedad que tendría que verse compuesta de ciudadanos libres por informados. Pues, como primera lección, sépase que el Estado ha asistido oficialmente a los funerales de un amigo declarado de ETA y condenado en firme por ello. Digo bien el Estado, y me obligo a recordar lo que tantas veces se olvida: en nuestra Constitución las Autonomías son parte integrante del Estado Español y sus cargos elegidos, cargos del Estado. Por lo tanto la asistencia del Presidente en funciones de la Generalidad no es “una ocurrencia más del aragonés bigotudo de Carod”, supone la representación oficial del Estado español en las exequias de un vocero de los terroristas. Así de crudo, así de bestia. Pero no se crean que esa es
La segunda lección da escalofríos a posteriori. Resulta que el ex-honorable Pujol . que tantos decenios ha condicionado la vida política española, se ha mostrado conmocionado y desolado por la muerte de quien él considera “un profeta bíblico que tiene las visiones del futuro y marca las sendas”. Este “profeta”, Xirinacs, para que lo entienda bien el emotivo Pujol, dijo que ETA era buena “porqué utilizaba discriminadamente los explosivos, avisando previamente para que no dañaran,¡con lo que cuesta tener explosivos!”. ¡Y eso lo dijo en la ciudad dónde ETA puso una bomba en un supermercado provocando una masacre! ¿Dónde estaría el ex -honorable Pujol? Comprando en el Hipercor no, desde luego. A mí me da pánico pensar que Cataluña (y El resto de España) han visto su política manejada por semejante personaje , por otra parte cubierto de loores y alabanzas por su talla de hombre de Estado. Es demasiado tarde, pero si el antiguo Presidente de la Generalidad ve al fenecido Xirinacs como profeta premonitor, a mí se me antoja que Pujol puede haber sido para Cataluña un jinete del Apocalipsis, o, por no darle mayor importancia, un “chinete de la poca leche”, cómo decíamos en el colegio.
“P.S.”: Me llegan noticias de que D. José luis Carod Rovira ha planteado que el finado Xirinacs era más demócrata que CIUDADANOS-Partido de la CIUDADANÍA, lo que habría soliviantado a alguno de sus miembros. Hacen mal. Hay que tener en cuenta que cuando Carod habla de democracia, imponiendo la tiranía sectaria y etnicista, es como cuando el frutero de Ud.. habla de metempsicosis o su taxista favorito departe sobre desdoxirribonucleasas: no tienen ni idea de lo que están hablando.
Enrique Calvet
3 comentarios:
Lástima que algunos sigan pensando que Pujol tiene achaques de la edad... Este hombre lo que tiene es una ceguera nacionalista que le impide todo tipo de raciocinio...
Y qué decir de Carod...
Gran artículo. Ya C's emitió un comunicado censurando la presencia del "President" en funciones a la mascarada de Xirinach: esperemos que en la reapertura del curso de sesiones en el parlamento de Cataluña presenten al gún tipo de iniciativa (dentro de lo que el Reglamento permite a nuestros paralemtnarios, que no forman grupo sino que están en el grupo mixto): Interpelación, Moción o pregunta al presidente o al Gobierno, en la que oficialmente y solemnemente se denuncie a este irresponsable.
Pero, Enriquín, si tú eres peor que él. Él era un iluminado, pero tú, un trepa. Él creía en algo, tú no.
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