domingo, 16 de diciembre de 2007

Dignidad para la ciudadanía

A mi amigo Norberto.

Veamos la situación. Nuestro dinero vale mucho menos. Debido a la inflación galopante, los mil euros del célebre mileurista compran menos cosas todavía. Nuestros ahorros, si están en depósito o renta fija, valen menos. Es decir, en general, somos más pobres salvo algunos como los que acceden a la condición de pensionista o de parado que son…. ¡mucho más pobres! Si nuestros ahorros (el que tenga) se han colocado en la compra de algún piso, éste vale menos y valdrá menos, a la vez que será mucho más difícil convertirlo en liquidez ( o sea, venderlo o trocarlo por un préstamo bancario). Lo dicho, somos más pobres. Quedaría la bolsa, las acciones. Está estancadilla dentro de su volatilidad ( que lo que sube hoy baja mañana) y los "expertos" le pronostican pocas alegrías. Aparte de no ser una solución para un gran número de compatriotas. O sea que no nos saca de pobres.

Como somos más pobres, los bancos nos prestan con más dificultad (nuestro piso avala menos) y mucho más caro. Pero es que, además, una serie de insensatos de la banca mundial que se habían dedicado a prestar a troche y moche a cualquier pringadete, no han logrado recuperar esos dineros (normal) y se han quedado con las cuentas temblando. Es decir que también son más pobres (los bancos, no los banqueros) y aún prestan mucho menos y mucho más caro. Sobre todo prestan menos y más caro a las empresas, que, además ven como les compramos menos cosas porque somos más pobres. Como desde fuera de España tampoco les compran gran cosa porque nuestros precios suben más y tenemos menor competitividad por problemas estructurales no resueltos, resulta que tienen que producir menos, lo que significa menor contratación de currantes y mayores despidos. –Dicho sea de paso, cuando se habla de problemas estructurales, a algunos se les hacen los dedos huéspedes y se van al despido barato. Pues sepan que la ruptura de la unidad de mercado, un sistema educativo calamitoso y una clase política nefasta son mucho más graves problemas estructurales-.

Si todos somos más pobres y hay más desempleados, es necesario tener un buen "salario social" (educación y sanidad públicas, ayudas al parado, fuerzas de seguridad abundantes, justicia) para no tener que pagarnos nosotros las cosas a nivel privado. Pero como se ha jugado desde hace años al peligroso divertimento de "hago como que te bajo los impuestos a costa de tu salario social" , porque hemos decidido no ser como Suecia, que está "démodée", pues por ahí también somos más pobres, ya que nos subirán los impuestos, mal y a destiempo, y tendremos que pagarnos las cosas privadamente y más caro.

Se podría haber enfocado el modelo por otra punta y añadido más variables, pero la conclusión sería la misma. Somos más pobres que hace un año, y vamos a serlo más.

Todo esto acompañando una injusta distribución de la renta y riqueza que alcanza cotas inmorales y nunca vistas en la historia reciente y no tan reciente. O sea que "El Pocero" es infinitamente más rico y los poceros son mucho más pobres.

Les voy a contar dos remedios nacidos de la "Nueva Política Económica del PSOE" que he leído en prensa poco ha. Una consiste en que comamos conejo, que está barato. Otra es que no nos pasemos en las propinas. A la vista de esto creo que el primer derecho que deben exigir los ciudadanos de esta nación, con sus partidos ciudadanos al frente, es el derecho a que no se mofen de ellos. Lo menos que debe tener un político, sobre todo si es incompetente, es respeto. Y el conejo se lo va a comer un pariente cercano del que yo me sé y, además, con propina.

Pero todo esto viene a colación, en estos momentos de pre-crisis económica, para recordar que la expansión y el reforzamiento del ciudadano pasa también por su dignidad social y derecho a poder satisfacer sus necesidades materiales elementales. Hoy en día, hay que hacer extensivo el concepto de ciudadano cómo miembro de una sociedad depositario de unos derechos políticos que le permiten influir en la vida y gobierno de esa sociedad, al de miembro con derechos políticos y sociales. Es muy difícil ejercer de ciudadano si uno ve vetado el acceso a una vivienda digna, a un sueldo razonable, a la posibilidad de fundar una familia, a poder tener una educación con futuro y un largo etc…Ser ciudadano y ejercer como tal comienza por no ser esclavo de la miseria ni siervo abnegado del sistema. Por eso hemos visto cómo un partido como Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía tiene como uno de sus cuatro pilares fundamentales de actuación y de oferta electoral, el restablecer las bases para que las personas que más importan vayan recuperando su dignidad y la prosperidad suficientes para integrarse socialmente y construir una sociedad justa. No se trata sólo de combatir el chantaje nacionalista ( lo que es indispensable hasta para resolver estos problemas), se trata de construir una España solidaria de ciudadanos dignos.

Enrique Calvet

1 comentario:

Daniel Perales dijo...

Magnífico artículo. Felicidades.