YENDO AL GRANO
Pronto, los españoles, los que lo son y lo saben, y los que lo son racialmente más que nadie y se creen que no lo son, tendrán que acudir a las urnas para elegir un nuevas Cortes. La preparación de este tipo de acontecimientos suele adolecer de dos defectos propagandísticos, entre otros. O bien existe una miríada de temas y sub-temas, de importancia sectorial o menor, que van a acaparar la atención de los votantes como si fuesen lo fundamental de lo que está en juego; o bien se termina reduciendo todo a manifestar adhesión inquebrantable a una foto, a una secta o a un icono del siglo pasado. Quisiéramos compartir con Uds. un esfuerzo por aislar unos pocos hechos trascendentes que realmente estén en juego, para ayudarnos a comportarnos como Ciudadanos y ni como borregos ni como irresponsables. Tomemos, como aproximación, cuatro ejes sociales. En el campo de las libertades individuales, existen varios aspectos en los que las diferencias de punto de vista no son tantas y los buenos propósitos son compartidos. Sin embargo, la total eclosión de una sociedad laica sí que estará en juego, y no es tema baladí. De alguna manera se les podría preguntar a los españoles: ¿Quieren Uds. estar gobernados por los valores dimanantes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, o prefieren que el Gobierno atienda preferentemente a los valores e instituciones de la religión mayoritaria en España? En el campo de la regeneración y el reforzamiento de la democracia, nos deberíamos jugar mucho. Deberíamos exigir muchísimo. Nos va en ello la credibilidad y, quien sabe, la supervivencia de todo un sistema. No parece que sea un tema que interpele a ninguno de los partidos mayoritarios ni regionales. Y sin embargo….La pregunta que se tendría que tener presente a la hora de votar es, más o menos: ¿Quieren Uds. acercar ágilmente a los gobernados a los centros de poder y aumentar su participación, o prefieren que la partitocracia campe por sus respetos? En el área de los derechos sociales y económicos, nos vamos a encontrar ante una desagradable evidencia: la crisis económica ha llegado, todo el mundo sabe cómo ha sido. Los dos grandes partidos, en últimos lustros, se han diferenciado poco en estos aspectos y son igualmente responsables de la situación en la que nos pilla la bendita crisis. Situación nada halagüeña, por cierto, si nos comparamos con Europa. Será importante ver la (in)capacidad de gestión de cada cual, pero la pregunta política relevante, de cara a las elecciones sería: ¿Quieren Uds. que se aborde la crisis económica con una especial sensibilidad hacia la cohesión social y la solidaridad, o prefieren que se incida en el libre mercado para resolver la crisis económica más rápidamente? Y, en la respuesta, no conviene dejarse engañar por las apariencias… Finalmente en el área de modelo de Estado o recuperación de una España de Ciudadanos iguales en derechos y libertades nos jugamos lo fundamental, en toda su literalidad, el ser o no ser; o bien el ser o dejar de ser. Aquí, todos los partidos existentes, por lo menos en las Cortes, han sido partícipes en, cómplices de o condescendientes con el desguace de España. Acuérdense de los recientes Estatutos de Autonomía como Andalucía, el clon catalán, Valencia, etc… Esto se reduce a una pregunta muy contundente y cruda: ¿Quieren Uds. que los ciudadanos españoles vuelvan a ser iguales en derechos y libertades o prefieren que les gobierne un puñado de separatistas? Esa es la cuestión llevada a su desnudez. Quienes hayan optado en todos los casos por la primera alternativa, se pueden encontrar ante la desoladora realidad de que ninguno de los partidos al uso satisfaga sus ideales. Es lo cierto, pero no desesperen. Busquen por partidos nuevos y rebeldes, busquen por dónde andan los Ciudadanos y recuerden que un personaje histórico dijo que para hacer revoluciones, como la revolución Ciudadana, basta con un 5% de la población, porque una sola chispa puede incendiar toda la pradera. En Madrid el día de Reyes de 2008. Enrique Calvet
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